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  • Jacob tuvo gran temor y se llenó de angustia. Dividió en dos campamentos a la gente que estaba con él y también las ovejas, las vacas y los camellos. (Génesis 32, 8)

  • Jacob dijo a Simeón y Leví: "Me habéis puesto en gran aprieto, haciéndome odioso a los hombres de esta tierra, a los cananeos y a los fereceos. Yo cuento con pocos hombres; ellos se unirán, me vencerán y seré aniquilado yo con toda mi casa". (Génesis 34, 30)

  • Dios continuó: "Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí yo haré de ti un gran pueblo. (Génesis 46, 3)

  • Los israelitas se establecieron en Egipto en la región de Gosen, se posesionaron de ella y crecieron y se multiplicaron en gran manera. (Génesis 47, 27)

  • Cuando los cananeos que habitaban en aquella región vieron aquel luto en la era de Atad se dijeron: "Éste es gran luto para los egipcios". Por eso pusieron el nombre de "Luto de Egipto" a la era que está al otro lado del Jordán. (Génesis 50, 11)

  • Ciertamente vosotros os portasteis mal conmigo, pero Dios lo cambió en bien, para hacer lo que hoy estamos viendo, para mantener en vida a un gran pueblo. (Génesis 50, 20)

  • Moisés se dijo: "Voy a acercarme a ver esta gran visión; por qué la zarza no se consume". (Exodo 3, 3)

  • Di a los israelitas: Yo soy el Señor; yo os libertaré de la opresión de los egipcios; os libraré de su esclavitud y os rescataré con gran poder y haciendo justicia. (Exodo 6, 6)

  • Partió también con ellos una gran muchedumbre de gentes, y ovejas y bueyes en gran cantidad. (Exodo 12, 38)

  • Sobre sus cuernos Aarón hará el rito de absolución una vez al año; con la sangre del sacrificio del gran perdón hará el rito de absolución. Y así de generación en generación. Este altar será santísimo para el Señor". (Exodo 30, 10)

  • Déjame que se encienda mi ira contra ellos y los aniquile, mientras que de ti haré un gran pueblo". (Exodo 32, 10)

  • Moisés aplacó al Señor, su Dios, diciendo: "¿Por qué, oh Señor, se ha de encender tu ira contra tu pueblo, al que sacaste de Egipto con gran fuerza y con mano poderosa? (Exodo 32, 11)


“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina