Fondare 161 Risultati per: Treinta

  • El año treinta y siete de la cautividad de Jeconías, rey de Judá, el duodécimo mes, el día veintisiete del mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el año de su ascensión, indultó a Jeconías, rey de Judá, y lo sacó de la prisión. (II Reyes 25, 27)

  • Éstos fueron los seis hijos que le nacieron a David en Hebrón, donde reinó siete años y seis meses. Después reinó treinta y tres años en Jerusalén, (I Crónicas 3, 4)

  • Tres de los treinta fueron a la roca de la cueva de Adulán, donde estaba David, mientras los filisteos estaban acampados en el valle de Refaín. (I Crónicas 11, 15)

  • Abisay, hermano de Joab, era jefe de los treinta. Él fue quien blandió su lanza contra trescientos, los mató y adquirió fama entre los treinta. (I Crónicas 11, 20)

  • Llegó a ser el más famoso de los treinta, y se convirtió en su jefe; pero no llegaba a los tres. (I Crónicas 11, 21)

  • Esto hizo Benayas, hijo de Yehoyadá, que se hizo famoso entre los treinta. (I Crónicas 11, 24)

  • Fue el más famoso de los treinta, pero no llegaba a los tres. David lo puso a la cabeza de su guardia personal. (I Crónicas 11, 25)

  • Adiná, hijo de Sizá, rubenita, jefe de los rubenitas, y treinta con él; (I Crónicas 11, 42)

  • Yismayas, de Gabaón, uno de los treinta héroes y jefe de los treinta; (I Crónicas 12, 4)

  • El espíritu se apoderó de Amasay, jefe de los treinta, que dijo: "¡Somos tuyos, David. Estamos contigo, hijo de Jesé. La paz, la paz contigo y con los tuyos, porque tu ayuda es Dios!". David los recibió y los puso entre los jefes de tropa. (I Crónicas 12, 19)

  • Los amonitas se dieron cuenta de que se habían hecho odiosos a David, y Janún y los amonitas enviaron unas treinta y cuatro toneladas de plata para contratar como mercenarios tropas de caballería y carros de combate sirios en Mesopotamia, Maacá y Sobá. (I Crónicas 19, 6)

  • Contrataron a sueldo al rey de Maacá, sus tropas y treinta y dos mil carros, que acamparon frente a Madabá, mientras los amonitas, reunidos fuera ya de sus ciudades, estaban prontos al combate. (I Crónicas 19, 7)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina