Salmos, 59
10. Oh tú, mi fuerza, hacia ti miro, pues Dios es mi ciudadela.
10. Oh tú, mi fuerza, hacia ti miro, pues Dios es mi ciudadela.
“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina