10. porque hemos oído cómo el Señor secó las aguas del mar Rojo ante vosotros cuando salíais de Egipto y cómo habéis tratado a los reyes amorreos de Transjordania, a Sijón y a Og, a quienes exterminasteis.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina