Talált 43 Eredmények: prostituta

  • Ellos le respondieron: "¿Y había de ser nuestra hermana tratada como una prostituta?". (Génesis 34, 31)

  • Judá la vio y la tomó por una prostituta, pues había cubierto su rostro. (Génesis 38, 15)

  • Preguntó a las gentes del lugar: "¿Dónde está la prostituta que estaba en Enáyim junto al camino?". Y ellos le respondieron: "Jamás hubo aquí ninguna prostituta". (Génesis 38, 21)

  • Él volvió y le dijo a Judá: "No la he encontrado, e incluso las gentes del lugar me han dicho que nunca ha habido allí prostituta alguna". (Génesis 38, 22)

  • No tomarán por esposa una mujer prostituta, violada o divorciada, pues el sacerdote está consagrado a su Dios. (Levítico 21, 7)

  • Si la hija de un sacerdote se deshonra y se hace prostituta, deshonra también a su padre; será quemada viva". (Levítico 21, 9)

  • No tomará ni viuda ni divorciada, ni violada ni prostituta; una virgen de su pueblo será su mujer. (Levítico 21, 14)

  • Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sittín dos espías con esta consigna: "Id a explorar la tierra de Jericó". Ellos fueron y entraron en casa de una prostituta llamada Rajab, y se alojaron allí. (Josué 2, 1)

  • "La ciudad, con todo lo que hay en ella, será entregada al exterminio en manos del Señor; solamente quedará Rajab, la prostituta, y todos los que estén con ella en su casa, porque escondió a los exploradores que habíamos enviado. (Josué 6, 17)

  • Josué dijo a los dos hombres que habían explorado la tierra: "Entrad en la casa de esa prostituta y sacadla fuera con todos los suyos, como se lo habíamos jurado". (Josué 6, 22)

  • Josué perdonó la vida a Rajab, la prostituta, y a su familia, con todo lo que tenían. Ella vivió con los israelitas hasta el día de hoy por haber escondido a los espías enviados por Josué para explorar la tierra. (Josué 6, 25)

  • Jefté, el galaadita, era un hombre fuerte y valiente. Era hijo de una prostituta. Su padre era Galaad. (Jueces 11, 1)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina