Talált 303 Eredmények: siervo

  • Y tú no temas, siervo mío Jacob; ni tiembles, Israel. Mira, yo te libraré de tierras lejanas, y a tu descendencia de su país de exilio. Jacob volverá a vivir en paz y en seguridad, sin que nadie lo inquiete. (Jeremías 46, 27)

  • No, no temas, siervo mío Jacob -dice el Señor-, porque yo estoy contigo. Aniquilaré a todas las naciones donde te he dispersado; pero a ti no te exterminaré, aunque te castigaré como mereces y no te dejaré pasar nada. (Jeremías 46, 28)

  • Por esto se nos han pegado las calamidades y la maldición que el Señor comunicó a su siervo Moisés, cuando sacó a nuestros padres de Egipto, para darnos una tierra que mana leche y miel; éste es nuestro caso presente. (Baruc 1, 20)

  • como habías hablado por medio de tu siervo Moisés, el día en que le ordenaste escribir tu ley en presencia de los israelitas, diciendo: (Baruc 2, 28)

  • Él descubrió los caminos de la sabiduría y se los enseñó a Jacob, su siervo, a Israel, su preferido. (Baruc 3, 37)

  • Esto dice el Señor Dios: "Cuando yo recoja a la casa de Israel de entre las naciones donde estaba dispersa, manifestaré en ellos mi santidad a los ojos de las gentes y habitarán la tierra que un día regalé a mi siervo Jacob. (Ezequiel 28, 25)

  • Yo les suscitaré un pastor que las apaciente, mi siervo David. Él las conducirá al pasto y será su pastor. (Ezequiel 34, 23)

  • Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será príncipe en medio de ellos: Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 34, 24)

  • Reinará sobre ellos mi siervo David. Todos ellos tendrán un solo pastor y caminarán por la senda de mis mandamientos, guardando mis leyes y poniéndolas en práctica. (Ezequiel 37, 24)

  • Habitarán la tierra que yo di a mi siervo Jacob, donde habitaron vuestros padres. Allí habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos siempre. David, mi siervo, será su príncipe eternamente. (Ezequiel 37, 25)

  • No nos retires tu misericordia, por amor de Abrahán, tu amigo; de Isaac, tu siervo, y de Israel, tu santo, (Daniel 3, 35)

  • Al llegar junto a él, llamó a Daniel con voz angustiada, gritando: "Daniel, siervo del Dios vivo; tu Dios, a quien sirves con tanta fidelidad, ¿ha logrado librarte de los leones?". (Daniel 6, 21)


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