Talált 303 Eredmények: siervo

  • El que de vosotros tema al Señor y escuche la voz de su siervo, el que camine en tinieblas, sin ver ninguna claridad, confíe en el nombre del Señor y apóyese en su Dios. (Isaías 50, 10)

  • He aquí que mi siervo prosperará, se elevará, crecerá y será magnífico. (Isaías 52, 13)

  • Después de las penas de su alma, verá la luz y quedará colmado. Por sus sufrimientos mi siervo justificará a muchos y cargará sobre sí las iniquidades de ellos. (Isaías 53, 11)

  • Ellos se acordaron de los días de antaño, de su siervo Moisés. ¿Dónde está aquel que sacó del mar al pastor de su rebaño? ¿Dónde el que puso dentro de él su santo espíritu?; (Isaías 63, 11)

  • ¿Es acaso Israel un esclavo, un siervo nacido en casa, para que se convirtiese en presa? (Jeremías 2, 14)

  • yo mando a buscar a todas las tribus del norte -dice el Señor- y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra este país, contra sus habitantes y contra todas estas naciones de los contornos; las aniquilaré y las dejaré convertidas en objeto de horror, de escarnio y de oprobio perpetuo. (Jeremías 25, 9)

  • Ahora, he entregado todos estos países en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y he puesto a su servicio incluso las bestias del campo. (Jeremías 27, 6)

  • Y tú, siervo mío Jacob, no temas -dice el Señor-; no te espantes, Israel; yo te sacaré de tierras lejanas, y a tu descendencia, del país de su destierro. Jacob volverá a vivir tranquilo y en paz, sin que nadie lo inquiete. (Jeremías 30, 10)

  • entonces se podrá romper también mi alianza con mi siervo David, de suerte que no tenga hijos que reinen sobre su trono, así como con los sacerdotes levitas, mis ministros. (Jeremías 33, 21)

  • Como las innumerables estrellas de los cielos y las incontables arenas del mar, así multiplicaré yo la descendencia de mi siervo David y la de los levitas, mis ministros". (Jeremías 33, 22)

  • jamás rechazaré a la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, ni dejaré de tomar de sus descendientes príncipes que gobiernen la posteridad de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Pues voy a cambiar su suerte y a tener piedad de ellos. (Jeremías 33, 26)

  • y diles: Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Voy a mandar a buscar a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y pondré su trono sobre estas piedras que he escondido y él desplegará sobre ellas su dosel. (Jeremías 43, 10)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina