Talált 482 Eredmények: espíritu abatido

  • Los discípulos de los profetas de Jericó lo vieron desde el otro lado, y exclamaron: "El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo". Le salieron al encuentro y se prosternaron ante él rostro en tierra. (II Reyes 2, 15)

  • Luego le dijeron: "Mira, entre tus siervos hay cincuenta hombres robustos. Que vayan y busquen a tu amo, no sea que le haya arrebatado el espíritu del Señor y le haya arrojado en algún monte o en algún valle". Pero él dijo: "No los mandéis". (II Reyes 2, 16)

  • Eliseo le dijo: "¿Es que no iba contigo mi espíritu cuando un hombre se bajó de su carro para saludarte? Ahora que has recibido dinero podrás comprar vestidos, olivares y viñedos, ovejas y bueyes, siervos y siervas; (II Reyes 5, 26)

  • Voy a infundirle un espíritu tal que, al oír cierta noticia, se volverá a su tierra, y allí le haré morir a espada". (II Reyes 19, 7)

  • El espíritu se apoderó de Amasay, jefe de los treinta, que dijo: "¡Somos tuyos, David. Estamos contigo, hijo de Jesé. La paz, la paz contigo y con los tuyos, porque tu ayuda es Dios!". David los recibió y los puso entre los jefes de tropa. (I Crónicas 12, 19)

  • Azarías, hijo de Oded, revestido del espíritu de Dios, (II Crónicas 15, 1)

  • Pero se adelantó un espíritu, y de pie ante el Señor dijo: Yo lo seduciré. El Señor le preguntó: ¿Cómo? (II Crónicas 18, 20)

  • Él respondió: Iré y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. El Señor dijo: Tú lograrás seducirlo; vete y hazlo así. (II Crónicas 18, 21)

  • El Señor ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, pues el Señor ha decretado tu ruina". (II Crónicas 18, 22)

  • Entonces Sedecías, hijo de Canaaná, dio una bofetada a Miqueas, y le dijo: "¿Es que el espíritu del Señor me ha dejado a mí para hablarte a ti?". (II Crónicas 18, 23)

  • Zacarías, hijo del sacerdote Yehoyadá, poseído del espíritu de Dios se presentó ante el pueblo y dijo: "Esto dice Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos del Señor? No triunfaréis, pues si vosotros abandonáis al Señor, él os abandonará a vosotros". (II Crónicas 24, 20)

  • Les diste tu espíritu bueno para instruirlos; no negaste el maná a su boca y les procuraste agua para calmar su sed. (Nehemías 9, 20)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina