Talált 482 Eredmények: espíritu abatido
En tus manos encomiendo mi espíritu; tú me rescatarás, Señor, Dios verdadero. (Salmos 31, 6)
Oh Dios, crea en mí un corazón puro, implanta en mis entrañas un espíritu nuevo; (Salmos 51, 12)
no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu; (Salmos 51, 13)
dame la alegría de tu salvación y que el espíritu generoso me mantenga firme. (Salmos 51, 14)
El sacrificio que Dios quiere es un espíritu contrito, un corazón contrito y humillado, tú, oh Dios, no lo desprecias. (Salmos 51, 19)
mi corazón se pasa las noches meditando, mi espíritu reflexiona y se pregunta: (Salmos 77, 7)
no lleguen a ser como sus padres, una generación indócil y rebelde, generación cuyo corazón no fue constante, y cuyo espíritu fue desleal para con Dios. (Salmos 78, 8)
pues ellos le amargaron el espíritu y Moisés habló sin pensar lo que decía. (Salmos 106, 33)
corro por el camino de tus mandamientos, pues tú me agrandas el espíritu. (Salmos 119, 32)
¿A dónde podría ir lejos de tu espíritu, a dónde podría huir lejos de tu presencia? (Salmos 139, 7)
enséñame a cumplir tu voluntad, pues tú eres mi Dios; tu espíritu bueno me conduzca por una tierra llana. (Salmos 143, 10)
que quedó consternado y abatido, pues las cosas en Israel no le habían salido como él quería y como le había ordenado el rey. (I Macabeos 4, 27)