Talált 319 Eredmények: buenas obras

  • David les salió al encuentro y les dijo: "Si venís con buenas intenciones, para prestarme ayuda, mi corazón estará con el vuestro; pero si es para traicionarme en provecho de mis enemigos, siendo yo inocente, que lo vea el Dios de nuestros padres y haga justicia". (I Crónicas 12, 18)

  • Tienes a tu disosición buen número de obreros: canteros, escultores, carpinteros y hombres especializados en toda clase de obras. (I Crónicas 22, 15)

  • Cuando se terminaron las obras que Salomón había mandado hacer en el templo del Señor, el rey trajo la plata, el oro y el mobiliario que su padre David había dedicado al Señor y lo depositó en el tesoro del templo. (II Crónicas 5, 1)

  • dijo al rey: "Realmente es verdad todo lo que yo había oído en mi tierra de tus obras y tu sabiduría. (II Crónicas 9, 5)

  • Ellos le respondieron: "Si hoy eres condescendiente con este pueblo, los complaces y les respondes con buenas palabras, serán siempre servidores tuyos". (II Crónicas 10, 7)

  • El resto de la historia de Abías, su conducta y sus obras están escritas en el comentario del profeta Idó. (II Crónicas 13, 22)

  • Pero vosotros sed fuertes y no desfallezcáis, porque vuestras obras tendrán su recompensa". (II Crónicas 15, 7)

  • Cuando Basá se enteró de ello, desistió de fortificar Ramá y paró las obras. (II Crónicas 16, 5)

  • El rey de Israel respondió a Josafat: "Hay todavía uno por medio del cual podemos consultar al Señor; pero yo le odio porque nunca me profetiza cosas buenas, sino cosas malas; es Miqueas, hijo de Yimlá". Josafat dijo: "No hable así el rey". (II Crónicas 18, 7)

  • Reunió a los sacerdotes y levitas y les dijo: "Recorred las ciudades de Judá y reunid fondos de todo Israel para reparar, según las necesidades de cada año, el templo de nuestro Dios. Sed diligentes en las obras". Pero los levitas no se mostraron diligentes. (II Crónicas 24, 5)

  • El resto de la historia de Ezequías y sus obras de piedad están escritas en la visión del profeta Isaías, hijo de Amós, en el libro de los reyes de Judá y de Israel. (II Crónicas 32, 32)

  • Se lo dieron luego a los encargados de las obras del templo del Señor para pagar a los obreros que trabajaban en la reparación y restauración del templo del Señor; (II Crónicas 34, 10)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina