Talált 61 Eredmények: Escuchar

  • Más vale escuchar la reprensión del sabio que la cantinela de los necios. (Eclesiastés 7, 5)

  • Si te gusta escuchar, aprenderás; si sabes escuchar, serás sabio. (Eclesiástico 6, 33)

  • Antes de escuchar no respondas, y no interrumpas al que habla. (Eclesiástico 11, 8)

  • Es una descortesía escuchar a la puerta, y el sensato se avergüenza de ello. (Eclesiástico 21, 24)

  • El Señor Dios me ha dado una lengua de experto para que yo sepa responder al cansado. Cada mañana me despierta el oído para escuchar como un discípulo. (Isaías 50, 4)

  • ¿A quién he de hablar? ¿A quién conjurar para que escuche? Ved, su oído está incircunciso, no pueden escuchar. Ved, la palabra del Señor es para ellos objeto de irrisión; han perdido su gusto. (Jeremías 6, 10)

  • Han reincidido en las iniquidades de sus antepasados, que se negaron a escuchar mis palabras; también éstos se han ido tras dioses extraños para servirlos. La casa de Israel y la casa de Judá han violado mi alianza que yo había hecho con sus padres". (Jeremías 11, 10)

  • Pero si no quieren escuchar, yo arrancaré a esa gente" -dice el Señor-. (Jeremías 12, 17)

  • Este pueblo malvado, que no quiere escuchar mi palabra, que sigue el capricho de su duro corazón y va en pos de otros dioses para servirlos y postrarse ante ellos, quedará como ese cinturón, que ya no sirve para nada. (Jeremías 13, 10)

  • Ellos no escucharon ni hicieron caso, sino que endurecieron su cabeza para no escuchar ni aceptar la enseñanza. (Jeremías 17, 23)

  • pero si esa nación comete el mal que yo repruebo en lugar de escuchar mi voz, entonces yo también me arrepiento del bien que había decidido hacerle". (Jeremías 18, 10)

  • "Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Yo traeré sobre esta ciudad y sobre sus ciudades anejas todas las calamidades con las que le he amenazado por haberse endurecido negándose a escuchar mis palabras". (Jeremías 19, 15)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina