Talált 2267 Eredmények: ese

  • Por la fe, Abraham, cuando fue puesto a prueba, presentó a Isaac como ofrenda:él ofrecía a su hijo único, al heredero de las promesas, (Hebreos 11, 17)

  • Por la fe, Moisés, apenas nacido, fue ocultado por sus padres durante tres meses, porque vieron que el niño era hermoso, y no temieron el edicto del rey. (Hebreos 11, 23)

  • Porque Dios nos tenía reservado algo mejor, y no quiso que ellos llegaran a la perfección sin nosotros. (Hebreos 11, 40)

  • Por lo tanto, ya que estamos rodeados de una verdadera nube de testigos, despojémonos de todo lo que nos estorba, en especial del pecado, que siempre nos asedia, y corramos resueltamente al combate que se nos presenta. (Hebreos 12, 1)

  • sino que cada uno es tentado por sus malos deseos, que lo atraen y lo seducen. (Santiago 1, 14)

  • Tengan bien presente, hermanos muy queridos, que debemos estar dispuestos a escuchar y ser lentos para hablar y para enojarnos. (Santiago 1, 19)

  • Sin embargo, alguien puede objetar: «Uno tiene la fe y otro, las obras». A ese habría que responderle: «Muéstrame, si puedes, tu fe sin las obras. Yo, en cambio, por medio de las obras, te demostraré mi fe». (Santiago 2, 18)

  • Ustedes ambicionan, y si no consiguen lo que desean, matan; envidian, y al no alcanzar lo que pretenden, combaten y se hacen la guerra. Ustedes no tienen, porque no piden. (Santiago 4, 2)

  • No piensen que la Escritura afirma en vano: El alma que Dios puso en nosotros está llena de deseos envidiosos. (Santiago 4, 5)

  • Confiesen mutuamente sus pecados y oren los unos por los otros, para ser curados. La oración perseverante del justo es poderosa. (Santiago 5, 16)

  • Elías era un hombre como nosotros, y sin embargo, cuando oró con insistencia para que no lloviera, no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. (Santiago 5, 17)

  • a una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes tienen reservada en el cielo. (I Pedro 1, 4)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina