Talált 2267 Eredmények: ese
Pero el Señor es fiel: él los fortalecerá y los preservará del Maligno. (II Tesalonicenses 3, 3)
saluda a Timoteo, su verdadero hijo en la fe. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz que proceden de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Señor. (I Timoteo 1, 2)
Es muy cierta esta afirmación: «El que aspira a presidir la comunidad, desea ejercer una noble función». (I Timoteo 3, 1)
Los que desempeñan bien su ministerio se hacen merecedores de honra y alcanzan una gran firmeza en la fe de Jesucristo. (I Timoteo 3, 13)
Los ejercicios físicos son de poca utilidad; la piedad, en cambio, es útil para todo, porque encierra una promesa de Vida para el presente y para el futuro. (I Timoteo 4, 8)
Para estar inscrita en el grupo de las viudas, una mujer debe tener por lo menos sesenta años y haberse casado una sola vez. (I Timoteo 5, 9)
No inscribas, en cambio, a las viudas más jóvenes, porque cuando los deseos puramente humanos prevalecen sobre su entrega a Cristo, quieren casarse otra vez, (I Timoteo 5, 11)
Los que desean ser ricos se exponen a la tentación, caen en la trampa de innumerables ambiciones, y cometen desatinos funestos que los precipitan a la ruina y a la perdición. (I Timoteo 6, 9)
Pelea el buen combate de la fe, conquista la Vida eterna, a la que has sido llamado y en vista de la cual hiciste una magnífica profesión de fe, en presencia de numerosos testigos. (I Timoteo 6, 12)
saluda a Timoteo, su hijo muy querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz que proceden de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo. (II Timoteo 1, 2)
Al acordarme de tus lágrimas, siento un gran deseo de verte, para que mi felicidad sea completa. (II Timoteo 1, 4)
Porque tengo presente la sinceridad de tu fe, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice, y estoy convencido de que tú también tienes. (II Timoteo 1, 5)