Talált 186 Eredmények: buenos frutos

  • Acércate a ella como el que ara y el que siembra, y espera pacientemente sus buenos frutos: al cultivarla, te fatigarás un poco, pero muy pronto comerás de sus productos. (Eclesiástico 6, 19)

  • el don del Señor permanece con los buenos y su benevolencia les asegura el éxito para siempre. (Eclesiástico 11, 17)

  • La bendición del Señor es la recompensa de los buenos, y en un instante él hace florecer su bendición. (Eclesiástico 11, 22)

  • En los días buenos se olvidan los malos, y en los malos, se olvidan los buenos. (Eclesiástico 11, 25)

  • El pecador no escapará con su presa ni será defraudada la constancia de los buenos. (Eclesiástico 16, 13)

  • Hay un lenguaje comparable a la muerte: ¡que no se lo encuentre en la herencia de Jacob! Los hombres buenos están alejados de todas esas cosas: ¡que ellos no se revuelquen en los pecados! (Eclesiástico 23, 12)

  • Ella hace desbordar la Sabiduría como el Pisón y como el Tigris en los días de los primero frutos; (Eclesiástico 24, 25)

  • El árbol bien cultivado se manifiesta en sus frutos: así la palabra expresa la índole de cada uno. (Eclesiástico 27, 6)

  • Caerán en la red los que se alegran de la caída de los buenos y el dolor los consumirá antes de su muerte. (Eclesiástico 27, 29)

  • Pero ella no tiene poder sobre los hombres buenos y ellos no se quemarán en sus llamas. (Eclesiástico 28, 22)

  • Si un hombre es sabio para sí mismo, los frutos de su inteligencia están en su boca y son dignos de fe. (Eclesiástico 37, 22)

  • Un hombre sabio instruye a su propio pueblo y los frutos de su inteligencia son dignos de fe. (Eclesiástico 37, 23)


“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina