Talált 186 Eredmények: buenos frutos

  • Cuando entren en la tierra y planten árboles frutales de todas clases, deberán considerar sus frutos como algo prohibido: durante tres años los dejarán incircuncisos, y no se los podrá comer. (Levítico 19, 23)

  • Al cuarto año, todos sus frutos serán consagrados en una fiesta de alabanza al Señor. (Levítico 19, 24)

  • Y sólo en el quinto año, podrán comer los frutos y almacenar el producto para provecho de ustedes mismos. Yo soy el Señor, su Dios. (Levítico 19, 25)

  • El primer día ustedes tomarán frutos de los mejores árboles, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces del río, y se alegrarán en la presencia del Señor, su Dios, durante siete días. (Levítico 23, 40)

  • La tierra dará sus frutos, ustedes comerán hasta quedar saciados y vivirán seguros en ella. (Levítico 25, 19)

  • yo enviaré las lluvias a su debido tiempo, y así la tierra dará sus productos y las plantas del campo, sus frutos. (Levítico 26, 4)

  • Entonces agotarán sus fuerzas en vano, porque la tierra no dará sus productos ni las plantas del campo, sus frutos. (Levítico 26, 20)

  • si el suelo es fértil o árido, y si está arbolado o no. Tengan valor, y traigan algunos frutos de la región". Esto sucedió en el tiempo de las primeras uvas. (Números 13, 20)

  • Entonces fueron a ver a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de los israelitas en Cades, en el desierto de Parán, y les presentaron su informe, al mismo tiempo que les mostraban los frutos del país. (Números 13, 26)

  • Les contaron lo siguiente: "Fuimos al país donde ustedes nos enviaron; es realmente un país que mana leche y miel, y estos son sus frutos. (Números 13, 27)

  • Luego Balac dijo a Balaam: "Ven, te llevaré a otro lugar. Tal vez Dios vea con buenos ojos que me los maldigas desde allí". (Números 23, 27)

  • El día de las primicias -cuando ofrezcan al Señor, en la fiesta de las Semanas, una oblación de frutos recién madurados- tendrán una asamblea litúrgica y no harán trabajos de ninguna clase. (Números 28, 26)


A firmeza de todo o edifício depende da fundação e do teto! São Padre Pio de Pietrelcina