Talált 186 Eredmények: buenos frutos

  • Jirám, por medio de sus servidores, le envió una flota y algunos marineros, buenos conocedores del mar. Ellos fueron a Ofir con los servidores de Salomón, y trajeron de allí cuatrocientos talentos de oro, que entregaron al rey Salomón. (II Crónicas 8, 18)

  • Por eso, no entreguen sus hijas a los hijos de ellos ni casen a sus hijos con las hijas de esa gente. No busquen nunca su paz ni su bienestar. Así ustedes llegarán a ser fuertes, comerán los mejores frutos de la tierra, y la dejarán en herencia a sus hijos para siempre’. (Esdras 9, 12)

  • Mira que hoy estamos esclavizados, sí, somos esclavos aquí, en el país que diste a nuestros padres, para que gozáramos de sus frutos y de sus bienes. (Nehemías 9, 36)

  • Nos obligamos asimismo a traer a la Casa del Señor, año tras año, los primeros frutos de nuestro suelo, las primicias de todos los árboles frutales (Nehemías 10, 36)

  • Lo mejor de nuestra molienda, de nuestros productos, de toda clase de frutos, del vino nuevo y del aceite fresco, los llevaremos a los sacerdotes para los depósitos de la Casa de nuestro Dios; el diezmo de nuestro suelo será para los levitas, y ellos mismos cobrarán el diezmo en todas las ciudades de nuestras zonas de cultivo. (Nehemías 10, 38)

  • Muchas veces yo era el único que iba en peregrinación a Jerusalén, conforme a la prescripción que obliga para siempre a todo Israel. Me apresuraba a llevar a Jerusalén las primicias de los frutos y de los animales, el diezmo del ganado y las primicias de la esquila de las ovejas. (Tobías 1, 6)

  • Entregaba todo eso a los sacerdotes, hijos de Aarón, para los sacrificios del altar. A los levitas que cumplían sus funciones en Jerusalén, les entregaba el diezmo del vino y del trigo, del olivo, de las granadas y de los otros frutos. Cambiaba por dinero el segundo diezmo e iba a gastarlo cada año en Jerusalén. (Tobías 1, 7)

  • Ahora bien, al consultar a mis servidores sobre la manera de llevar a cabo este proyecto, Amán, ese hombre que se destaca entre nosotros por su prudencia, que ha dado pruebas constantes de sus buenos oficios y de su fidelidad inquebrantable, y que ha sido elevado a la segunda dignidad en el reino, (Ester 13, 3)

  • sea una prenda de salvación para nosotros y para los persas de buenos sentimientos y para los que conspiran contra nosotros sea el memorial de su perdición. (Ester 16, 23)

  • si comí sus frutos sin pagar y extorsioné a sus propietarios, (Job 31, 39)

  • Tú eres bondadoso con los buenos y eres íntegro con el hombre intachable; (Salmos 18, 26)

  • es propio de los buenos alabarlo. (Salmos 33, 11)


“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina