Talált 186 Eredmények: buenos frutos

  • Así les di una tierra que no cultivaron, y ciudades que no edificaron, donde ahora habitan; y ustedes comen los frutos de viñas y olivares que no plantaron. (Josué 24, 13)

  • Sin embargo, esos hombres han sido muy buenos con nosotros. Nunca nos molestaron, ni perdimos nada durante todo el tiempo que anduvimos con ellos, cuando estábamos en campo abierto. (I Samuel 25, 15)

  • Tú eres bondadoso con los buenos y eres íntegro con el hombre intachable; (II Samuel 22, 26)

  • Debajo del borde, todo alrededor, tenía una orla de coloquíntidas -diez frutos cada medio metro- que rodeaban todo el contorno del Mar; había dos hileras de frutos, fundidos con el Mar en una sola pieza. (I Reyes 7, 24)

  • Jirám envió como tripulantes, junto con los servidores de Salomón, a algunos de sus súbditos, todos ellos marinos y buenos conocedores del mar. (I Reyes 9, 27)

  • Uno de ellos salió al campo para recoger algunas hierbas. Encontró una especie de viña silvestre, de la que recogió los frutos salvajes hasta llenar su manto. Al volver, los cortó en pedazos y los echó a la olla del caldo, porque nadie sabía lo que eran. (II Reyes 4, 39)

  • Llegó un hombre de Baal Salisá, trayendo al hombre de Dios pan de los primeros frutos: veinte panes de cebada y grano recién cortado, en una alforja. Eliseo dijo: "Dáselo a la gente para que coman". (II Reyes 4, 42)

  • No le hagan caso a Ezequías, porque así habla el rey de Asiria: Hagan las paces conmigo y ríndanse. Así cada uno de ustedes comerá los frutos de su viña y de su higuera, y beberá el agua de su pozo, (II Reyes 18, 31)

  • Y esto te servirá de señal: Este año se comerá del grano caído, y el año próximo, de lo que brote espontáneamente; pero al tercer año, siembren y cosechen, planten viñas y coman de sus frutos. (II Reyes 19, 29)

  • Los sobrevivientes de la casa de Judá, los que todavía queden, echarán de nuevo raíces por debajo, y producirán frutos por arriba. (II Reyes 19, 30)

  • Y hallaron pastos abundantes y buenos, y una tierra espaciosa, tranquila y segura, porque antes habían vivido allí los descendientes de Cam. (I Crónicas 4, 40)

  • Resuene el mar y todo lo que hay en él, regocíjese el campo con todos sus frutos. (I Crónicas 16, 32)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina