Talált 165 Eredmények: Nación

  • "¡Que los romanos y la nación de los judíos tengan felicidad en el mar y en la tierra para siempre! ¡Lejos de ellos la espada y el enemigo! (I Macabeos 8, 23)

  • la nación de los judíos luchará a su lado de todo corazón según se lo exijan las circunstancias. (I Macabeos 8, 25)

  • De la misma manera, si una guerra amenaza primero a la nación de los judíos, los romanos lucharán a su lado, con toda el alma según se lo exijan las circunstancias. (I Macabeos 8, 27)

  • "Desde la muerte de tu hermano Judas no tenemos un hombre como él, capaz de enfrentar a nuestros enemigos, a Báquides y a los que odian a nuestra nación. (I Macabeos 9, 29)

  • acordándose de los males que le causamos a él, a sus hermanos y a su nación". (I Macabeos 10, 5)

  • Por eso te nombramos hoy Sumo Sacerdote de tu nación y te concedemos el titulo de Amigo del rey para que apoyes nuestra causa y nos asegures tu amistad". Al mismo tiempo, le enviaba una capa de púrpura y una corona de oro. (I Macabeos 10, 20)

  • "El rey Demetrio saluda a la nación de los judíos. Nos hemos enterado con satisfacción de que ustedes han observado los pactos hechos con nosotros y han perseverado en nuestra amistad, sin pasarse al enemigo. (I Macabeos 10, 26)

  • Algunos renegados, enemigos de su propia nación, acudieron al rey y le anunciaron que Jonatán tenía sitiada a la Ciudadela. (I Macabeos 11, 21)

  • Algunos renegados de su nación lo acusaron, (I Macabeos 11, 25)

  • Demetrio mandó decir a Jonatán: "No sólo haré por ti y por tu nación lo que me pides, sino que te colmaré de honores a ti y a tu nación apenas se me presente la ocasión favorable. (I Macabeos 11, 42)

  • Cuando los judíos llegaron a Roma y se presentaron ante el Senado, dijeron: "El Sumo Sacerdote Jonatán y la nación de los judíos nos han enviado para que ustedes renueven con ellos la amistad y el pacto, tal como quedó establecido anteriormente". (I Macabeos 12, 3)

  • "Jonatán, Sumo Sacerdote, el consejo de la nación, los sacerdotes y todo el Pueblo judío saludan a sus hermanos de Esparta. (I Macabeos 12, 6)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina