Talált 544 Eredmények: tercera parte

  • Por mi parte, hermanos, si mantuviera la circuncisión: ¿creen que seguiría siendo perseguido? Pero con eso habría removido el escándalo de la cruz. (Carta a los Gálatas 5, 11)

  • En aquel tiempo no esperaban un Mesías, no tenían parte en el pueblo de Israel y no les correspondían las alianzas de Dios ni sus promesas; ustedes vivían en este mundo sin esperanza y sin Dios. (Carta a los Efesios 2, 12)

  • Por eso, no más mentiras; que todos digan la verdad a su prójimo, ya que todos somos parte del mismo cuerpo. (Carta a los Efesios 4, 25)

  • Sépanlo bien: ni el corrompido, ni el impuro, ni el que se apega al dinero, que es servir a un dios falso, tendrán parte en el reino de Cristo y de Dios. (Carta a los Efesios 5, 5)

  • No tomen parte en las obras de las tinieblas, donde no hay nada que cosechar; al contrario, denúncienlas. (Carta a los Efesios 5, 11)

  • pues nosotros somos parte de su cuerpo. (Carta a los Efesios 5, 30)

  • Estoy apretado por los dos lados: por una parte siento gran deseo de largarme y estar con Cristo, lo que sería sin duda mucho mejor. (Carta a los Filipenses 1, 23)

  • Quiero conocerlo; quiero probar el poder de su resurrección y tener parte en sus sufrimientos; y siendo semejante a él en su muerte, (Carta a los Filipenses 3, 10)

  • Por el momento tengo todo lo que necesito y más de lo que necesito. Tengo de sobra con lo que Epafrodito me entregó de parte de ustedes y que recibí como un sacrificio «que agrada a Dios y cuyo olor sube hasta él». (Carta a los Filipenses 4, 18)

  • Y que den gracias al Padre que nos preparó para recibir nuestra parte en la herencia reservada a los santos en su reino de luz. (Carta a los Colosenses 1, 12)

  • Después de que sea leída esta carta entre ustedes, procuren que sea leída también en la Iglesia de Laodicea, y consigan, por su parte, la que ellos recibieron, para leerla ustedes. (Carta a los Colosenses 4, 16)

  • Pero nosotros tenemos que dar gracias en todo momento por ustedes, hermanos amados por el Señor, pues ustedes son la parte de Dios, y fueron elegidos para que se salvaran mediante la fe verdadera y fueran santificados por el Espíritu. (2º Carta a los Tesalonicenses 2, 13)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina