Talált 544 Eredmények: tercera parte

  • una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada.» (Evangelio según San Lucas 10, 42)

  • Si toda tu persona se abre a la luz y no queda en ella ninguna parte oscura, llegará a ser radiante como bajo los destellos de la lámpara.» (Evangelio según San Lucas 11, 36)

  • ¡Pobres de ustedes, fariseos! Ustedes dan para el Templo la décima parte de todo, sin olvidar la menta, la ruda y las otras hierbas, pero descuidan la justicia y el amor a Dios. Esto es lo que tienen que practicar, sin dejar de hacer lo otro. (Evangelio según San Lucas 11, 42)

  • Yo les digo: Si uno se pone de mi parte delante de los hombres, también el Hijo del Hombre se pondrá de su parte delante de los ángeles de Dios; (Evangelio según San Lucas 12, 8)

  • Uno de entre la gente pidió a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia.» (Evangelio según San Lucas 12, 13)

  • Al oír estas palabras, uno de los invitados le dijo: «Feliz el que tome parte en el banquete del Reino de Dios.» (Evangelio según San Lucas 14, 15)

  • Y cuando un rey parte a pelear contra otro rey, ¿no se sienta antes para pensarlo bien? ¿Podrá con sus diez mil hombres hacer frente al otro que viene contra él con veinte mil? (Evangelio según San Lucas 14, 31)

  • El menor dijo a su padre: "Dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y el padre repartió sus bienes entre los dos. (Evangelio según San Lucas 15, 12)

  • Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas.» (Evangelio según San Lucas 18, 12)

  • En el momento oportuno envió a un servidor a los inquilinos para que le entregaran su parte del fruto de la viña. Pero los inquilinos lo golpearon y lo hicieron volver con las manos vacías. (Evangelio según San Lucas 20, 10)

  • Jesús, por su parte, envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: «Vayan a preparar lo necesario para que celebremos la Cena de Pascua.» (Evangelio según San Lucas 22, 8)

  • Por tercera vez les dijo: «Pero, ¿qué mal ha hecho este hombre? Yo no he encontrado nada que merezca la muerte; por eso, después de azotarlo, lo dejaré en libertad.» (Evangelio según San Lucas 23, 22)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina