Talált 333 Eredmények: derechos de las mujeres

  • Jacob dejó Bersebá y los hijos de Israel llevaron a su padre junto con sus hijos pequeños y sus mujeres en las carretas que Faraón había mandado para transportarlos. (Génesis 46, 5)

  • El total de personas que entraron con Jacob en Egipto, todos descendientes suyos, era de sesenta y seis personas, sin contar las mujeres de sus hijos. (Génesis 46, 26)

  • Las parteras respondieron: «Es que las mujeres hebreas no son como las egipcias. Son más robustas y dan a luz antes de que llegue la partera.» (Exodo 1, 19)

  • Entonces Miriam, la profetisa, hermana de Aarón, tomó en sus manos un instrumento, un pandero, y todas las mujeres la seguían con tímpanos, danzando en coro. (Exodo 15, 20)

  • Si se casa con ella y, después, con otra, no le disminuirá a la primera ni el vestido ni los derechos conyugales. (Exodo 21, 10)

  • No recibas regalos, porque los regalos deslumbran a los prudentes y perjudican los derechos de los justos. (Exodo 23, 8)

  • Lo degollarás, tomarás de su sangre y teñirás con ella la extremidad de la oreja derecha de Aarón y de sus hijos, y los pulgares de su mano y pie derechos, derramando la sangre sobre el altar por todos lados. (Exodo 29, 20)

  • Aarón les contestó: «Saquen los aros de oro que sus mujeres, y sus hijos e hijas llevan en sus orejas, y tráiganmelos.» (Exodo 32, 2)

  • Venían hombres y mujeres: todos los de corazón generoso traían joyas, aros, anillos, collares y toda clase de objetos de oro, el oro que cada uno presentaba como ofrenda a Yavé. (Exodo 35, 22)

  • Todas las mujeres hábiles en el oficio hilaron con sus manos la púrpura violeta, escarlata y carmesí y el lino fino, y después lo ofrecieron a Yavé. (Exodo 35, 25)

  • Todos los hijos de Israel, hombres y mujeres, a quienes su generosidad había impulsado a llevar algo para cualquiera de los trabajos que Yavé, por medio de Moisés, les había encomendado, trajeron sus ofrendas voluntarias a Yavé. (Exodo 35, 29)

  • Hicieron asimismo tablones de madera de acacia derechos, (Exodo 36, 20)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina