Talált 333 Eredmények: derechos de las mujeres

  • Hubo algunos que se convencieron y formaron un grupo en torno a Pablo y Silas. Lo mismo hicieron un buen número de griegos, de los «que temen a Dios», y no pocas mujeres de la alta sociedad. (Hecho de los Apóstoles 17, 4)

  • Un buen número de ellos abrazó la fe y, de entre los griegos, algunas mujeres distinguidas y también bastantes hombres. (Hecho de los Apóstoles 17, 12)

  • pero a pesar de ello, cuando llegó la fecha en que debíamos marchar, partimos. Nos acompañaron todos con sus mujeres y niños hasta fuera de la ciudad, y llegados a la playa, nos arrodillamos y oramos. (Hecho de los Apóstoles 21, 5)

  • Así que perseguí a muerte a este camino e hice encadenar y meter en la cárcel a hombres y mujeres; (Hecho de los Apóstoles 22, 4)

  • Por esto Dios dejó que fueran presa de pasiones vergonzosas: ahora sus mujeres cambian las relaciones sexuales normales por relaciones contra la naturaleza. (Carta a los Romanos 1, 26)

  • Y también nosotros, aunque ya tengamos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir, gemimos en nuestro interior mientras esperamos nuestros derechos de hijos y la redención de nuestro cuerpo. (Carta a los Romanos 8, 23)

  • Cuídense, pues, de que sus derechos no hagan caer a los débiles. (1º Carta a los Corintios 8, 9)

  • Pero yo no he hecho uso de tales derechos ni tampoco les escribo ahora para reclamarles nada. ¡Antes morir! Eso es para mí una gloria que nadie me podrá quitar. (1º Carta a los Corintios 9, 15)

  • Entonces, ¿cómo podré merecer alguna recompensa? Dando el Evangelio gratuitamente, y sin hacer valer mis derechos de evangelizador. (1º Carta a los Corintios 9, 18)

  • Hagan como se hace en todas las Iglesias de los santos: que las mujeres estén calladas en las asambleas. No les corresponde tomar la palabra. Que estén sometidas como lo dice la Ley, (1º Carta a los Corintios 14, 34)

  • con el fin de rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que así recibiéramos nuestros derechos como hijos. (Carta a los Gálatas 4, 5)

  • Asimismo, que las mujeres sepan revestirse de gracia y buen juicio, en vez de adornarse con peinados rebuscados, oro, joyas o vestidos caros. (1º Carta a Timoteo 2, 9)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina