Talált 333 Eredmények: derechos de las mujeres
Rebeca dijo a Isaac: «Estas mujeres hititas me tienen tan aburrida que ya no quiero vivir. Si también Jacob se casa con una mujer de esta tierra, yo me muero. (Génesis 27, 46)
Comprendió, pues, que las mujeres cananeas no agradaban a su padre Isaac. (Génesis 28, 8)
y dijo Lía: «¡Felicidad! Las mujeres me felicitarán. » Y le llamó Aser. (Génesis 30, 13)
Se levantó Jacob e hizo montar en camellos a sus mujeres e hijos. (Génesis 31, 17)
Entonces ella, dirigiéndose a su padre le dijo: «Perdone, mi señor, si no me pongo de pie ante su presencia, pero me sucede lo que le pasa a las mujeres.» Registró, pues, y no encontró los ídolos. (Génesis 31, 35)
Si tratas mal a mis hijas o si tomas otras mujeres fuera de ellas, no serán los hombres los que te juzguen, sino Dios que es testigo de nuestro pacto.» (Génesis 31, 50)
Levantó después la vista, y al ver a las mujeres y a sus hijos preguntó: «¿Qué tienen que ver todos estos contigo?» Jacob le respondió: «Son los hijos que Dios ha dado a tu siervo.» (Génesis 33, 5)
Dina, la hija que Lía dio a Jacob, salió un día a visitar a las mujeres de aquel país. (Génesis 34, 1)
Se llevaron como botín todas las riquezas, a las mujeres y a los niños, y saquearon todo lo que encontraron dentro de las casas. (Génesis 34, 29)
Estos fueron los descendientes de Esaú, o sea Edom. Esaú tomó por esposas a mujeres cananeas: (Génesis 36, 1)
Esta es la historia de la familia de Jacob. A los diecisiete años, José se dedicaba a cuidar ovejas. Siendo todavía un adolescente, ayudaba a los hijos de Bilá y de Zelfa, mujeres de su padre y por lo tanto, informaba a su padre sobre la mala reputación que sus hermanos tenían. (Génesis 37, 2)
Lleven del país de Egipto carretas para sus niños y mujeres, y traigan a su padre. (Génesis 45, 19)