Salmos, 76
8. Tú, tú el terrible, ¿quién puede resistir ante tu faz, bajo el golpe de tu ira?
8. Tú, tú el terrible, ¿quién puede resistir ante tu faz, bajo el golpe de tu ira?
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina