1. Cerca de un mes más tarde, Najás, el amonita, subió contra Iabés en Galaad y la sitió. Todos los hombres de Iabés dijeron a Najás: "Pacta con nosotros y te serviremos".





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina