Löydetty 95 Tulokset: encontró
Luego atacó a los amonitas, y allí encontró un fuerte ejército y una población numerosa cuyo jefe era Timoteo. (I Macabeos 5, 6)
Luego partió rápidamente y volvió a Antioquía, donde encontró a Filipo dueño ya de la ciudad: lo atacó y ocupó la ciudad por la fuerza. (I Macabeos 6, 63)
Al llegar, Jeremías encontró una caverna: allí introdujo la Carpa, el Arca y el altar del incienso y clausuró la entrada. (II Macabeos 2, 5)
El que había dejado a muchos sin sepultura, no tuvo quien lo llorara; nadie le tributó honras fúnebres y no encontró sitio en el sepulcro de sus antepasados. (II Macabeos 5, 10)
Esto le sucedió con toda justicia; en efecto, aquel que había perpetrado tantos crímenes contra el altar, cuyo fuego y ceniza son sagrados, encontró él mismo la muerte en la ceniza. (II Macabeos 13, 8)
Pero él encontró una ocasión propicia para sus perversos designios, cuando Demetrio lo convocó ante el Consejo, y lo consultó acerca de las actitudes y planes de los judíos. Álcimo respondió: (II Macabeos 14, 5)
¡Feliz el hombre que encontró la sabiduría y el que obtiene la inteligencia, (Proverbios 3, 13)
El que encontró una mujer encontró la felicidad y obtuvo el favor del Señor. (Proverbios 18, 22)
Por una leve corrección, recibirán grandes beneficios, porque Dios los puso a prueba y los encontró dignos de él. (Sabiduría 3, 5)
¡Qué grande es aquel que encontró la sabiduría! Pero nadie aventaja al que teme al Señor: (Eclesiástico 25, 10)
El copero mayor regresó y se encontró con el rey de Asiria, que estaba atacando a Libná. Él había oído, en efecto, que el rey se había retirado de Laquis, (Isaías 37, 8)
Palabra que llegó a Jeremías de parte del Señor, después que Nebuzaradán, comandante de la guardia, lo dejó ir de Ramá, donde lo encontró atado con cadenas entre todos los cautivos de Jerusalén y de Judá, que eran deportados a Babilonia. (Jeremías 40, 1)