Löydetty 95 Tulokset: encontró

  • Cuando vaciaron las bolsas, cada uno encontró su dinero y, al verlo, ellos y su padre se llenaron de temor. (Génesis 42, 35)

  • Al día siguiente regresó y encontró a dos hebreos que se estaban peleando. "¿Por qué golpeas a tu compañero?", preguntó al agresor. (Exodo 2, 13)

  • Mientras tanto, el Señor había dicho a Aarón: "Ve al desierto para encontrarte con Moisés". Aarón partió, y cuando lo encontró en la montaña de Dios, lo besó. (Exodo 4, 27)

  • si alguien peca y se hace culpable por cualquiera de estos motivos, deberá restituir lo que haya adquirido por medio de la estafa o la extorsión, así como también el depósito que se le confió, el objeto perdido que encontró, (Levítico 5, 23)

  • Balaam regresó y lo encontró de pie junto a su holocausto, acompañado de todos los jefes de Moab. (Números 23, 6)

  • Al llegar, lo encontró de pie junto a su holocausto, acompañado de los jefes de Moab. Balac le preguntó: "¿Qué ha dicho el Señor?". (Números 23, 17)

  • y ahora la acusa falsamente, declarando que no encontró en ella las señales de la virginidad. Aquí están las pruebas de que mi hija era realmente virgen". Y en seguida extenderán la sábana nupcial ante los ancianos de la ciudad. (Deuteronomio 22, 17)

  • Lo encontró en una tierra desierta, en la soledad rugiente de la estepa: lo rodeó y lo cuidó, lo protegió como a la pupila de sus ojos. (Deuteronomio 32, 10)

  • Además, los amonitas cruzaron el Jordán para atacar también a Judá, a Benjamín y a la casa de Efraím. Israel se encontró así en un grave aprieto. (Jueces 10, 9)

  • Allí mismo encontró una quijada de asno, todavía fresca, extendió su mano, la tomó y mató con ella a mil hombres. (Jueces 15, 15)

  • De pronto, Absalón se encontró frente a los servidores de David. Iba montado en un mulo, y este se metió bajo el tupido ramaje de una gran encina, de manera que la cabeza de Absalón quedó enganchada en la encina. Así él quedó colgado entre el cielo y la tierra, mientras el mulo seguía de largo por debajo de él. (II Samuel 18, 9)

  • En cierta ocasión, Jeroboám salió de Jerusalén y lo encontró en el camino el profeta Ajías, de Silo; este iba cubierto con un manto nuevo, y los dos estaban solos en el campo. (I Reyes 11, 29)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina