Löydetty 1341 Tulokset: mil

• y recomendada por sus buenas obras: si educó a sus hijos, dio hospitalidad y sirvió humildemente a los santos, socorrió a los que sufren. En pocas palabras, que se haya dedicado a hacer el bien. (1º Carta a Timoteo 5, 10)

• Si alguna mujer creyente tiene viudas en su familia, que las atienda. Así la Iglesia no tendrá que cargar con ellas y podrá socorrer a las que son viudas en el justo sentido. (1º Carta a Timoteo 5, 16)

• Que el Señor bendiga a la familia de Onesíforo, pues a menudo vino a confortarme y no se avergonzó de mis cadenas. (2º Carta a Timoteo 1, 16)

• Saluda a Prisca y a Aquila, y a la familia de Onesíforo. (2º Carta a Timoteo 4, 19)

• Erasto se quedó en Corinto. A Trófimo lo dejé enfermo en Mileto. (2º Carta a Timoteo 4, 20)

• Hay que taparles la boca, pues enseñan en forma muy interesada cosas que no conviene y desconciertan a familias enteras. (Carta a Tito 1, 11)

• Dios ha confirmado su testimonio con señales, prodigios y milagros de toda clase, sin hablar de los dones del Espíritu que reparte como quiere. (Carta a los Hebreos 2, 4)

• Además, por así decirlo, cuando Abrahán paga el diezmo, lo paga con él la familia de Leví, (Carta a los Hebreos 7, 9)

• Fueron expuestos públicamente a humillaciones y pruebas, tuvieron que participar del sufrimiento de otros que fueron tratados de esta manera. (Carta a los Hebreos 10, 33)

• Por la fe Noé escuchó el anuncio de acontecimientos que no se podían anticipar; y construyó el arca en que iba a salvarse con su familia. La fe de Noé condenaba a sus contemporáneos, y por ella alcanzó la verdadera rectitud, fruto de la fe. (Carta a los Hebreos 11, 7)

• Se fijó en que Dios retribuiría a cada uno, y consideró que ser humillado con Cristo tenía más valor que todas las riquezas de Egipto. (Carta a los Hebreos 11, 26)

• Levantemos la mirada hacia Jesús, que dirige esta competición de la fe y la lleva a su término. El escogió la cruz en vez de la felicidad que se le ofrecía; no tuvo miedo a la humillación y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. (Carta a los Hebreos 12, 2)