Löydetty 1341 Tulokset: mil

  • Crispo, uno de los dirigentes de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia, y de los corintios que escuchaban a Pablo, muchos creían y se hacían bautizar. (Hecho de los Apóstoles 18, 8)

  • No pocos de los que habían practicado la magia juntaron sus libros y los quemaron delante de todos. Calculado el precio de esos libros, se estimó en unas cincuenta mil monedas de plata. (Hecho de los Apóstoles 19, 19)

  • Al día siguiente zarpamos y llegamos a Quíos. Al otro día llegamos a Samos y un día después a Mileto, con una escala en Trogilón. (Hecho de los Apóstoles 20, 15)

  • Debido a eso, desde Mileto Pablo envió un mensaje a Efeso para convocar a los presbíteros de la Iglesia. (Hecho de los Apóstoles 20, 17)

  • He servido al Señor con toda humildad, entre las lágrimas y las pruebas que me causaron las trampas de los judíos. (Hecho de los Apóstoles 20, 19)

  • Todos, por supuesto, dieron gloria a Dios por lo que escuchaban, pero luego le dijeron: «Bien sabes, hermano, cuántas decenas de millares de judíos han abrazado la fe en Judea, y todos ellos son celosos partidarios de la Ley. (Hecho de los Apóstoles 21, 20)

  • ¿No eres, entonces, el egipcio que últimamente se rebeló y llevó al desierto a cuatro mil terroristas?» (Hecho de los Apóstoles 21, 38)

  • «Excelentísimo Félix, gozamos de gran paz gracias a ti y las reformas que supiste promover para bien de esta nación. Todo esto lo reconocemos de mil maneras y en cualquier lugar, y te estamos plenamente agradecidos. (Hecho de los Apóstoles 24, 3)

  • Al día siguiente llegaron Agripa y Berenice con gran pompa, y entraron en la sala de la audiencia acompañados por los jefes militares y las autoridades de la ciudad. Festo ordenó que trajeran a Pablo (Hecho de los Apóstoles 25, 23)

  • Llegados a Roma, el capitán entregó los presos al gobernador militar, pero dio permiso a Pablo para alojarse en una casa particular con un soldado que lo vigilara. (Hecho de los Apóstoles 28, 16)

  • Y ¿cuál fué la respuesta? Me he reservado siete mil hombres que no se han arrodillado ante Baal. (Carta a los Romanos 11, 4)

  • Vivan en armonía unos con otros. No busquen grandezas y vayan a lo humilde; no se tengan por sabios. (Carta a los Romanos 12, 16)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina