Löydetty 1341 Tulokset: mil
Pero cuando me encuentro en la asamblea prefiero decir cinco palabras mías que sean entendidas y ayuden a los demás, antes que diez mil en lenguas. (1º Carta a los Corintios 14, 19)
Y lo que tú siembras no es el cuerpo de la futura planta, sino un grano desnudo, ya sea de trigo o de cualquier otra semilla. (1º Carta a los Corintios 15, 37)
Dios le dará después un cuerpo según lo ha dispuesto, pues a cada semilla le da un cuerpo diferente. (1º Carta a los Corintios 15, 38)
al contrario, de mil maneras demostramos ser auténticos ministros de Dios que lo soportan todo: las persecuciones, las privaciones, las angustias, (2º Carta a los Corintios 6, 4)
nos tocan mil penas, y permanecemos alegres. Somos pobres, y enriquecemos a muchos, no tenemos nada, y lo poseemos todo. (2º Carta a los Corintios 6, 10)
Pero Dios, que consuela a los humildes, me confortó con la llegada de Tito. (2º Carta a los Corintios 7, 6)
El ahora, al recordar la obediencia de todos y el respeto lleno de humildad con que lo recibieron, siente mucho más cariño por ustedes. (2º Carta a los Corintios 7, 15)
Y poderoso es Dios para bendecirles de mil maneras, de modo que nunca les falte nada y puedan al mismo tiempo cooperar en toda obra buena. (2º Carta a los Corintios 9, 8)
Si Dios proporciona la semilla al que siembra y el pan que va a comer, les dará también a ustedes la semilla y la multiplicará, y hará crecer los brotes de sus virtudes. (2º Carta a los Corintios 9, 10)
Soy yo, Pablo en persona, quien les suplica por la mansedumbre y bondad de Cristo; ¡ese Pablo tan humilde entre ustedes y tan intrépido cuando está lejos! (2º Carta a los Corintios 10, 1)
¿Que mi oratoria deja mucho que desear? Tal vez; pero no mi conocimiento, como se lo he probado ya de mil maneras y en cualquier asunto. (2º Carta a los Corintios 11, 6)
Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil, entonces es cuando soy fuerte. (2º Carta a los Corintios 12, 10)