Löydetty 1341 Tulokset: mil

  • con cantidad de milagros y prodigios, y el poder del Espíritu Santo. Desde Jerusalén hasta el Ilírico, por todas partes he esparcido la Buena Nueva de Cristo. (Carta a los Romanos 15, 19)

  • Saluden a Apeles, siempre firme en Cristo, y a la familia de Aristóbulo. (Carta a los Romanos 16, 10)

  • Saluden a mi pariente Herodión y a los de la familia de Narciso que creen en el Señor. (Carta a los Romanos 16, 11)

  • pues en él han llegado a ser ricos de mil maneras, recibiendo todos los dones de palabra y de conocimiento (1º Carta a los Corintios 1, 5)

  • Perdón, también bauticé a la familia de Estéfanas. Fuera de éstos no recuerdo haber bautizado a ningún otro. (1º Carta a los Corintios 1, 16)

  • Mientras los judíos piden milagros y los griegos buscan el saber, (1º Carta a los Corintios 1, 22)

  • Fíjense, hermanos, en ustedes, los elegidos de Dios: ¿cuántos de ustedes tienen el saber humano o son de familias nobles e influyentes? (1º Carta a los Corintios 1, 26)

  • Pues aunque tuvieran diez mil monitores de vida cristiana, no pueden tener muchos padres, y he sido yo quien les transmitió la vida en Cristo Jesús por medio del Evangelio. (1º Carta a los Corintios 4, 15)

  • No caigan en la prostitución como muchos de ellos hicieron, y en un solo día cayeron muertos veintitrés mil. (1º Carta a los Corintios 10, 8)

  • a otro, poder de hacer milagros; a otro, profecía; a otro, reconocimiento de lo que viene del bueno o del mal espíritu; a otro, hablar en lenguas; a otro, interpretar lo que se dijo en lenguas. (1º Carta a los Corintios 12, 10)

  • En primer lugar están los que Dios hizo apóstoles en la Iglesia; en segundo lugar los profetas; en tercer lugar los maestros; después vienen los milagros, luego el don de curaciones, la asistencia material, la administración en la Iglesia y los diversos dones de lenguas. (1º Carta a los Corintios 12, 28)

  • ¿Acaso son todos apóstoles?, ¿o todos profetas?, ¿o todos maestros? ¿Pueden todos obrar milagros, (1º Carta a los Corintios 12, 29)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina