Löydetty 72 Tulokset: alta
Vayan, rápidos mensajeros, al país de gente alta y morena, cuyo pueblo ha sido siempre temible; a la nación vigorosa y conquistadora cuya tierra está surcada por ríos. (Isaías 18, 2)
En ese tiempo, el pueblo de gente alta y morena, ese pueblo siempre respetado, la nación vigorosa cuyo territorio está surcado por ríos, le llevará regalos a Yavé de los Ejércitos al lugar de su Nombre, al cerro de Sión. (Isaías 18, 7)
este pecado será para ustedes como una grieta que aparece en una alta muralla. Se agranda y amenaza, hasta que, de repente, de un golpe, se derrumbe la muralla. (Isaías 30, 13)
Entonces el general se puso de pie y hablando en alta voz pronunció, en judío, estas palabras: «Oigan el mensaje del gran rey de Asiria. (Isaías 36, 13)
Así habla Yavé: «El trabajo de Egipto y las ganancias de Etiopía, junto con los sebaítas, de alta estatura, pasarán a poder tuyo y te pertenecerán. Irán detrás de ti encadenados, se agacharán delante de ti y volviendo su cara hacia ti suplicarán: «Sólo en ti está Dios, y no hay otro. (Isaías 45, 14)
Y Yavé insistió: «No entres en la casa donde celebran un duelo. No llores con ellos ni te lamentes en voz alta. Porque, en adelante, no daré más mi paz a este pueblo, ni le haré misericordia, ni le tendré compasión. (Jeremías 16, 5)
al oír a Jeremías, mandó apalearlo, y lo hizo sujetar con cadenas en el calabozo de la puerta alta de Benjamín, que está en la Casa de Yavé. (Jeremías 20, 2)
así que tú mismo irás a leer este rollo en la Casa de Yavé. Cuando corresponda un día de ayuno lo leerás en voz alta a los judíos que vienen de sus ciudades. (Jeremías 36, 6)
El miedo que metías y la soberbia de tu corazón te han engañado a ti que vives en el hueco de La Roca, y te cuelgas de la cumbre más alta. Aunque hagas tu nido tan alto como un águila, desde allí te tiraré abajo, dice Yavé. (Jeremías 49, 16)
Y Jeremías dio esta orden a Seraías: «Cuando llegues a Babilonia, cuida de leer en voz alta todo esto, y agrega: (Jeremías 51, 61)
Aparecen entonces seis hombres desde el lado de la Puerta Alta, que mira al norte: cada cual lleva en la mano un instrumento de muerte, y en medio de ellos veo a un hombre con un traje de lino, que tiene en la cintura una tablilla de escriba. Vienen a ponerse al lado del altar de bronce, (Ezequiel 9, 2)
Cogió la rama más alta, y la llevó al país de los negocios, a una ciudad de comerciantes. (Ezequiel 17, 4)