Löydetty 252 Tulokset: Piedra viva

  • Yavé te llevará a ti y al rey que tú hayas elegido a una nación que ni tú ni tus padres conocían, y allí servirás a otros dioses de piedra y de madera. (Deuteronomio 28, 36)

  • Yavé te dispersará entre todos los pueblos, de un extremo a otro de la tierra, y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra, que ni tú ni tus padres han conocido. (Deuteronomio 28, 64)

  • Ustedes han visto las abominaciones y los sucios ídolos que guardan ellas: piedra, madera, oro y plata. (Deuteronomio 29, 16)

  • Viva Rubén y no muera, a pesar de que sus hijos son tan escasos. (Deuteronomio 33, 6)

  • «Caminen delante del Arca hasta el medio del Jordán y traigan de allí al hombro una piedra por cada tribu. (Josué 4, 5)

  • Esta ciudad y todo lo que hay en ella será entregado en anatema a Yavé. Sólo Rahab la prostituta quedará viva con todos los que estén con ella en su casa, ya que ocultó a los exploradores que habíamos enviado. (Josué 6, 17)

  • Por el norte, la frontera empezaba desde la Lengua del Mar, a la desembocadura del Jordán, subía a Bet-Hagla, pasaba por el norte de Bet-Arabá y subía hasta la piedra de Boén, hijo de Rubén. (Josué 15, 6)

  • de donde desciende a la piedra de Boén, hijo de Rubén; (Josué 18, 18)

  • También escribió todo lo expresado en el libro de la Ley de Dios; escogió una gran piedra y la colocó debajo de la Encina que estaba en el Lugar Sagrado de Yavé. (Josué 24, 26)

  • Luego Josué dijo al pueblo reunido: «Esta piedra quedará como testigo de todo lo que nos habló Yavé, ya que oyó todas estas palabras. Ella será testigo contra nosotros, no sea que ustedes vayan a defraudar a Yavé.» (Josué 24, 27)

  • Entonces el Angel de Dios le dijo: «Toma la carne y los panes; déjalos en esta piedra, y el caldo, arrójalo.» (Jueces 6, 20)

  • Pero una mujer le arrojó una piedra de molino a la cabeza y le partió el cráneo. (Jueces 9, 53)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina