Löydetty 252 Tulokset: Piedra viva
Ella abrió los ojos, reconoció a Pedro y se sentó. El le dio la mano y la ayudó a levantarse; luego llamó a los santos y a las viudas y se la presentó viva. (Hecho de los Apóstoles 9, 41)
Les enviamos, pues, a Judas y a Silas, que les expondrán de viva voz todo el asunto. (Hecho de los Apóstoles 15, 27)
Si de verdad somos del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad se parezca a las creaciones del arte y de la fantasía humanas, ya sean de oro, plata o piedra. (Hecho de los Apóstoles 17, 29)
Porque se ataba a las observancias y no a la fe. Y tropezaron con Aquel que es la piedra de tropiezo, (Carta a los Romanos 9, 32)
como está escrito: Mira que pongo en Sión una piedra para tropezar, una roca que hace caer, pero el que crea en él no será confundido. (Carta a los Romanos 9, 33)
Y David dice: Que sus banquetes sean trampa y un lazo, una piedra donde caigan ellos mismos y encuentren ahí su castigo. (Carta a los Romanos 11, 9)
Por lo tanto, hermanos, que cada uno viva para Dios en el mismo estado en que se encontraba al ser llamado. (1º Carta a los Corintios 7, 24)
Nadie puede negar que ustedes son una carta de Cristo, de la que hemos sido instrumentos, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; carta no grabada en tablas de piedra, sino en corazones humanos. (2º Carta a los Corintios 3, 3)
Cuando se dieron leyes grabadas en tablas de piedra, ese ministerio fue rodeado de gloria, a pesar de que no traía más que sentencias de nuerte; eso no obstante, los israelitas no podían fijar su mirada en el rostro de Moisés a causa de su resplandor, aunque era fugaz. (2º Carta a los Corintios 3, 7)
cuánto desearía estar ahora con ustedes y hablarles de viva voz, porque ya no sé qué hacer por ustedes. (Carta a los Gálatas 4, 20)
Están cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya piedra angular es Cristo Jesús. (Carta a los Efesios 2, 20)
Tengo esperanza y estoy seguro de que no seré defraudado. Al contrario, no me cabe duda de que esta vez, como las anteriores, Cristo aparecerá más grande a través de mí, sea que viva o que muera. (Carta a los Filipenses 1, 20)