Fundar 70 Resultados para: venganza divina

  • a proclamar un año de gracia del Señor, un día de venganza para nuestro Dios. A consolar a todos los afligidos, (Isaías 61, 2)

  • Pues un día de venganza abrigaba en mi corazón y el año de mi redención había llegado. (Isaías 63, 4)

  • ¿Y no he de castigarlos yo por estas cosas -dice el Señor-, y de un pueblo como éste no he de tomar venganza?". (Jeremías 9, 8)

  • ¡Pero tú, Señor omnipotente, que juzgas con justicia y ves los sentimientos y los pensamientos, haz que yo pueda ver tu venganza contra ellos, porque a ti he confiado mi causa! (Jeremías 11, 20)

  • ¡Señor omnipotente que juzgas con justicia, que ves los sentimientos y los pensamientos, haz que yo vea tu venganza sobre ellos, pues en tus manos he dejado mi causa! (Jeremías 20, 12)

  • Es el día del Señor Dios, día de venganza, para vengarse de sus enemigos. Su espada devorará, se saciará, se embriagará de la sangre de ellos. ¡Un sacrificio que celebra el Señor Dios omnipotente en las tierras del norte, junto al río Éufrates! (Jeremías 46, 10)

  • ¡Lanzad gritos por todas partes contra ella! Ya alarga su mano, caen sus torres, se desploman sus murallas. ¡Ésta es la venganza del Señor! ¡Vengaos de ella, haced como ella hizo! (Jeremías 50, 15)

  • ¿Oís? Fugitivos y escapados del país de Babilonia vienen a anunciar en Sión la venganza del Señor, nuestro Dios. (Jeremías 50, 28)

  • ¡Huid de Babilonia, cada cual salve su vida! No perezcáis en su castigo, porque es la hora de la venganza del Señor y va a pagarle como se merece. (Jeremías 51, 6)

  • ¡Afilad las flechas, llenad las aljabas! El Señor ha excitado el espíritu del rey de los medos y su plan contra Babilonia es destruirla; ésta es la venganza del Señor, la venganza por su templo. (Jeremías 51, 11)

  • Por eso, esto dice el Señor: Mira, yo tomo en mis manos tu causa y ejecutaré por ti la venganza. Haré que se seque su río y agotaré sus fuentes. (Jeremías 51, 36)

  • No siendo otra cosa que madera, dorada o plateada, fácilmente se puede deducir de aquí que no son más que mentira. Para todos, naciones y reyes, resultará claro que no son dioses, sino hechura de manos de hombres, y que en ellos no hay ninguna operación divina. (Baruc 6, 50)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina