Fundar 1969 Resultados para: tierra de Canaán

  • Canaán engendró a Sidón, su primogénito; luego a Het, (Génesis 10, 15)

  • A Héber le nacieron dos hijos; el primero se llamó Péleg, porque en su tiempo fue dividida la tierra; su hermano se llamó Yoctán; (Génesis 10, 25)

  • Tales fueron las familias de los hijos de Noé según sus generaciones y naciones. A partir de ellos se hizo la repartición de las naciones sobre la tierra después del diluvio. (Génesis 10, 32)

  • Toda la tierra hablaba una misma lengua y usaba las mismas palabras. (Génesis 11, 1)

  • Luego dijeron: "Ea, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos famosos y no andemos más dispersos por la tierra". (Génesis 11, 4)

  • Así el Señor los dispersó de allí por toda la tierra y dejaron de construir la ciudad. (Génesis 11, 8)

  • Por eso se la llamó Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de todos los habitantes de la tierra y los dispersó por toda su superficie. (Génesis 11, 9)

  • Téraj tomó a su hijo Abrán, a su nieto Lot y a Saray su nuera, mujer de Abrán, y los hizo salir de Ur de los caldeos para ir al país de Canaán; pero al llegar a Jarán se quedaron allí. (Génesis 11, 31)

  • El Señor dijo a Abrán: "Sal de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre, y vete al país que yo te indicaré. (Génesis 12, 1)

  • Yo bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. Por ti serán bendecidas todas las comunidades de la tierra". (Génesis 12, 3)

  • Tomó consigo a Saray, su mujer, y a Lot, su sobrino, con todas las cosas que poseía y los esclavos adquiridos en Jarán. Y se pusieron en camino hacia la tierra de Canaán. Llegaron a Canaán, y (Génesis 12, 5)

  • El Señor se apareció a Abrán y le dijo: "Yo daré esta tierra a tu descendencia". Y Abrán levantó allí un altar al Señor, que se le había aparecido. (Génesis 12, 7)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina