Fundar 63 Resultados para: ritual judío

  • Pero cuando se dieron cuenta de que era judío, todos a una gritaron por espacio de casi dos horas: "¡Grande es la Diana de los efesios!". (Hechos 19, 34)

  • Pablo dijo: "Yo soy judío, ciudadano de Tarso, una ciudad no desconocida de Cilicia. Te ruego que me permitas hablar al pueblo". (Hechos 21, 39)

  • Él siguió: "Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado aquí, en esta ciudad, a los pies de Gamaliel, instruido en la fiel observancia de la ley de nuestros padres, partidario entusiasta de la causa de Dios, como todos vosotros los sois en este día; (Hechos 22, 3)

  • Yo no me avergüenzo del evangelio, que es poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío primero y también del griego. (Romanos 1, 16)

  • Tribulación y angustia para todo el que obra el mal, tanto judío como griego; (Romanos 2, 9)

  • gloria, en cambio, honor y paz a todo el que obra bien, tanto judío como griego; (Romanos 2, 10)

  • Si tú te llamas judío, confías en la ley, estás orgulloso de tu Dios, (Romanos 2, 17)

  • Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni es circuncisión lo que aparece exteriormente en la carne; (Romanos 2, 28)

  • sino que es judío el que lo es en el interior, y la verdadera circuncisión es la del corazón, según el espíritu, no según la letra; cuya alabanza no viene de los hombres, sino de Dios. (Romanos 2, 29)

  • ¿Cuál es, entonces, la ventaja del judío, o cuál es la utilidad de la circuncisión? (Romanos 3, 1)

  • No hay distinción entre el judío y el griego, porque Jesús es el mismo Señor de todos, rico para todos los que lo invocan. (Romanos 10, 12)

  • Con los judíos me hago judío; con los que están bajo la ley, como quien está bajo ella, sin estarlo, para ganar a los que están bajo la ley; (I Corintios 9, 20)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina