Fundar 178 Resultados para: peste del ganado

  • Está fuera la espada; la peste y el hambre dentro; el que se encuentre en el campo caerá de hambre y peste. (Ezequiel 7, 15)

  • Sin embargo, todavía preservaré a algunos de ellos de la espada, del hambre y de la peste, para que cuenten entre las gentes donde sean dispersados todas las nefastas acciones que cometieron. Y sabrán que yo soy el Señor". (Ezequiel 12, 16)

  • Y si mandase la peste sobre aquel país y desahogase en sangre mi ira contra ellos exterminando hombres y animales, (Ezequiel 14, 19)

  • Esto dice el Señor Dios: "Cuando yo mande contra Jerusalén estos cuatro azotes: espada, hambre, animales feroces y peste para exterminar de ella hombres y animales, (Ezequiel 14, 21)

  • Mandaré contra ella la peste, y la sangre correrá por sus calles. Caerán en ella atravesados por la espada, desenvainada por todas partes contra ella. (Ezequiel 28, 23)

  • Haré perecer a todo tu ganado junto a las aguas abundantes. No ha de enturbiarlas más pie de hombre; pezuña de animales no volverá a enturbiarlas. (Ezequiel 32, 13)

  • Les dirás lo siguiente: Esto dice el Señor Dios: Por mi vida que los que habitan entre las ruinas morirán a espada, los que andan por el campo los entregaré como pasto a las fieras y los que están en las fortalezas y en las cuevas morirán de peste. (Ezequiel 33, 27)

  • Por mi vida, dice el Señor Dios, que por haber sido mi rebaño expuesto al pillaje y mis ovejas pasto de todas las fieras del campo por falta de pastor, por no haber cuidado mis pastores mi ganado y haberse en cambio apacentado a sí mismos en lugar de mi rebaño, (Ezequiel 34, 8)

  • Esto dice el Señor Dios: Aquí estoy yo contra los pastores reclamando mi rebaño de sus manos. No les confiaré más el pastoreo de mi rebaño; así no se apacentarán más a sí mismos. Les arrebataré mi ganado de su boca y ya no les servirá de pasto. (Ezequiel 34, 10)

  • Pues esto dice el Señor Dios: Yo mismo cuidaré de mi ganado y le pasaré revista. (Ezequiel 34, 11)

  • Como un pastor pasa revista a su ganado cuando se encuentra entre su rebaño disperso, así pasaré yo revista a mis ovejas y las recobraré de todos los lugares donde se habían dispersado en día de nubes y tinieblas. (Ezequiel 34, 12)

  • Iré a saquear, a pillar botín, a extender la mano sobre ruinas repobladas y sobre un pueblo congregado de entre las naciones, que está entregado a reponer el ganado y la hacienda y que habita en el corazón de la tierra. (Ezequiel 38, 12)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina