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  • Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios generosamente nos ha dado. (I Corintios 2, 12)

  • Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno entre vosotros piensa que es sabio según la sabiduría de este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio. (I Corintios 3, 18)

  • Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como dice la Escritura: Atrapa a los sabios en su astucia. (I Corintios 3, 19)

  • Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente y el futuro, todo es vuestro; (I Corintios 3, 22)

  • Pues creo que Dios nos ha presentado a nosotros, los apóstoles, como lo último, como condenados a muerte, porque hemos llegado a ser el espectáculo del mundo, de los ángeles y de los hombres. (I Corintios 4, 9)

  • nos calumnian, y respondemos con bondad. Hemos sido hasta ahora como basura del mundo, como desecho de todos. (I Corintios 4, 13)

  • pero no me refería, de un modo absoluto, a todos los lujuriosos de este mundo, a todos los avaros, ladrones o idólatras, pues en tal caso tendríais que salir de este mundo. (I Corintios 5, 10)

  • ¿No sabéis que los creyentes juzgarán al mundo? Pues si vais a juzgar al mundo, ¿seréis incapaces de juzgar causas más pequeñas? (I Corintios 6, 2)

  • los que gozan del mundo, como si no disfrutasen; porque este mundo que contemplamos está para acabar. (I Corintios 7, 31)

  • El casado se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a la mujer; está, pues, dividido. (I Corintios 7, 33)

  • La mujer no casada y la joven soltera se preocupan de las cosas del Señor, y se consagran a él en cuerpo y alma. Pero la que está casada se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a su marido. (I Corintios 7, 34)

  • Viniendo, pues, a lo de la comida de las carnes ofrecidas en sacrificio a los ídolos, sabemos que los ídolos no son nada en el mundo y que no hay más Dios que uno solo. (I Corintios 8, 4)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina