Fundar 1270 Resultados para: muerte de Moisés

  • El Señor dijo a Moisés: "Mira, yo te hago como un dios para el Faraón; y tu hermano Aarón será tu profeta. (Exodo 7, 1)

  • Moisés y Aarón hicieron exactamente como el Señor les había mandado. (Exodo 7, 6)

  • Moisés tenía ochenta años y Aarón ochenta y tres cuando hablaron al Faraón. (Exodo 7, 7)

  • El Señor dijo a Moisés y Aarón: (Exodo 7, 8)

  • Moisés y Aarón fueron ante el Faraón e hicieron como el Señor les había ordenado. Aarón tiró su bastón delante del Faraón y de sus siervos, y se convirtió en serpiente. (Exodo 7, 10)

  • El Señor dijo a Moisés: "El corazón del Faraón se ha endurecido y se niega a dejar salir al pueblo. (Exodo 7, 14)

  • El Señor dijo a Moisés: "Di a Aarón: Toma tu bastón y extiende tu mano sobre las aguas de los egipcios: ríos, canales, estanques y depósitos de aguas, y se convertirán en sangre. Habrá sangre en todo el país de Egipto, hasta en las vasijas, tanto en las de madera como en las de piedra". (Exodo 7, 19)

  • Moisés y Aarón hicieron como el Señor había ordenado; Aarón levantó el bastón, golpeó las aguas del río a la vista del Faraón y sus siervos, y las aguas se convirtieron en sangre. (Exodo 7, 20)

  • El Señor dijo a Moisés: "Preséntate al Faraón y dile: Esto dice el Señor: Deja salir a mi pueblo para que me sirva. (Exodo 7, 26)

  • El Señor dijo a Moisés: "Di a Aarón: Extiende tu mano con tu bastón sobre los ríos, canales y estanques y haz subir las ranas por todo el territorio egipcio". (Exodo 8, 1)

  • El Faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dijo: "Rogad al Señor que aleje las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré ir al pueblo para que ofrezca sacrificios al Señor". (Exodo 8, 4)

  • Moisés dijo al Faraón: "Dime cuándo he de rogar por ti, por tus servidores y por todo tu pueblo para que el Señor aleje de ti y de tu pueblo las ranas y se queden sólo en el río". (Exodo 8, 5)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina