Fundar 111 Resultados para: interés propio

  • fue abandonado, y la hija del Faraón lo recogió y lo crió como hijo propio. (Hechos 7, 21)

  • Por otra, también los hombres, dejando las relaciones naturales con la mujer, se entregaron a la homosexualidad, hombres con hombres, cometiendo acciones vergonzosas y recibiendo en su propio cuerpo el castigo merecido por su extravío. (Romanos 1, 27)

  • En efecto, lo que la ley era incapaz de hacer, debido a los bajos instintos del hombre, lo hizo Dios enviando a su propio Hijo en condición semejante a la del hombre pecador, como sacrificio por el pecado y para condenar el pecado en su misma naturaleza humana. (Romanos 8, 3)

  • El que no perdonó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará gratuitamente con él todas las cosas? (Romanos 8, 32)

  • Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza era olivo silvestre, y contra la propia naturaleza fuiste injertado en el olivo bueno, ¡cuánto más ellos, las ramas naturales, serán injertadas en el propio olivo! (Romanos 11, 24)

  • Huid de la lujuria. Cualquier otro pecado cometido por el hombre queda fuera del cuerpo, pero el pecado de lujuria daña al propio cuerpo. (I Corintios 6, 18)

  • Pues yo quisiera que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene de Dios su propio don: unos de una manera, otros de otra. (I Corintios 7, 7)

  • Que nadie busque su propio interés, sino el de los demás. (I Corintios 10, 24)

  • haced en todo como yo, que me esfuerzo en complacer a todos en todo, no buscando mi interés, sino el de los demás, para que se salven. (I Corintios 10, 33)

  • Y Dios le da el cuerpo que quiere, y un cuerpo propio a cada semilla. (I Corintios 15, 38)

  • ¿Obré a la ligera al hacer este proyecto? ¿O fue un proyecto hecho por interés humano, como de quien dice a la vez "sí" y "no"? (II Corintios 1, 17)

  • Y no sólo con su llegada, sino con el ánimo que vosotros le habíais infundido; me habló de vuestro deseo de verme, de vuestras lágrimas, de vuestro interés por mí; así que me alegré mucho. (II Corintios 7, 7)


“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina