Fundar 1077 Resultados para: hombres

  • Desde allí subió a Penuel y les hizo la misma petición. Los hombres de Penuel respondieron lo mismo que los de Sucot. (Jueces 8, 8)

  • Zébaj y Salmuná estaban en Carcor con sus ejércitos, alrededor de quince mil hombres, todos los que habían quedado del ejército del oriente. Habían caído ciento veinte mil guerreros. (Jueces 8, 10)

  • apresó a un joven de Sucot, le preguntó, y él le dio por escrito los nombres de los jefes de Sucot y de sus ancianos: setenta y siete hombres. (Jueces 8, 14)

  • Destruyó la torre de Penuel y mató a los hombres de la ciudad. (Jueces 8, 17)

  • Después preguntó a Zébaj y Salmuná: "¿Cómo eran los hombres que matasteis en el Tabor?". Ellos respondieron: "Eran como tú; cada uno de ellos parecía un príncipe". (Jueces 8, 18)

  • "Haced saber, por favor, a todos los nobles de Siquén: ¿Qué es mejor para vosotros: ser gobernados por setenta hombres, todos los hijos de Yerubaal, o ser gobernados por uno solo? Pensad, además, que yo soy hueso vuestro y carne vuestra". (Jueces 9, 2)

  • Fue a casa de su padre, a Ofrá, y mató a sus hermanos, los hijos de Yerubaal, setenta hombres, sobre una misma piedra. Sólo se salvó Jotán, el hijo menor de Yerubaal, porque se había escondido. (Jueces 9, 5)

  • El olivo les respondió: ¿Voy a renunciar yo al aceite con el cual se honra a Dios y a los hombres para ir a balancearme sobre los árboles? (Jueces 9, 9)

  • La vid les respondió: ¿Voy a renunciar a mi mosto, alegría de Dios y de los hombres, para venir a balancearme sobre los árboles? (Jueces 9, 13)

  • y vosotros os habéis levantado hoy contra la casa de mi padre, habéis matado a sus hijos, setenta hombres, sobre la misma piedra, y habéis puesto por rey sobre los nobles de Siquén a Abimelec, el hijo de una esclava suya, porque es vuestro hermano; (Jueces 9, 18)

  • Gaal los vio y dijo a Zebul: "Mira la gente que baja de la cumbre de los montes". Zebul le respondió: "Son las sombras de los montes que te parecen hombres". (Jueces 9, 36)

  • Toda la tropa cortó una rama; siguieron a Abimelec, amontonaron las ramas sobre la cripta del templo y les prendieron fuego. Y perecieron todos los de Torre Siquén, alrededor de mil entre hombres y mujeres. (Jueces 9, 49)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina