Fundar 374 Resultados para: hermano

  • Por el contrario, a los hijos de Barzilay, el galaadita, trátalos bien, contándolos entre los comensales de tu mesa, porque así me trataron ellos cuando yo huía de tu hermano Absalón. (I Reyes 2, 7)

  • Y Adonías: "Tú sabes que a mí me tocaba la dignidad real y que todo Israel había puesto en mí sus ojos, esperando que yo había de reinar. Pero la realeza se me escapó y pasó a mi hermano, porque el Señor se la había destinado a él. (I Reyes 2, 15)

  • Ella repuso: "Que des Abisag, la sunamita, a tu hermano Adonías por esposa". (I Reyes 2, 21)

  • El rey Salomón dijo a su madre: "¿Cómo pides tú a Abisag, la sunamita, para Adonías? Pide ya para él la realeza, pues es mi hermano mayor y están por él Abiatar, el sacerdote, y Joab, el hijo de Sarvia". (I Reyes 2, 22)

  • dijo: "¿Qué ciudades son éstas que me has dado, hermano mío?". Y les dio por nombre "Tierra de Cabul", hasta nuestros días. (I Reyes 9, 13)

  • Lo enterró en su propia sepultura, y le lloraron: "¡Ay, hermano mío!". (I Reyes 13, 30)

  • Y ciñeron con sayales los lomos y con cuerdas el cuello, y se presentaron al rey de Israel diciendo: "Tu servidor Ben Hadad dice: Perdóname la vida, por favor". El rey respondió: "¿Está aún vivo? Es mi hermano". (I Reyes 20, 32)

  • Aquellos hombres lo dieron como buen augurio y se apresuraron a tomarle la palabra de la boca, diciendo: "¡Ben Hadad es tu hermano!". Y él añadió: "Id y traédmelo". Ben Hadad se presentó ante Ajab, que le montó en su carro. (I Reyes 20, 33)

  • Ocozías murió como había dicho el Señor por medio de Elías. Le sucedió en el trono su hermano Jorán, el año segundo de Jorán, hijo de Josafat, rey de Judá, pues Ocozías no tenía hijos. (II Reyes 1, 17)

  • Héber tuvo dos hijos: el primero se llamaba Péleg, porque en su tiempo se dividió la tierra, y su hermano Yotán. (I Crónicas 1, 19)

  • Hijos de Jadá, hermano de Samay: Yéter y Jonatán. Yéter murió sin hijos. (I Crónicas 2, 32)

  • Hijos de Caleb, hermano de Yerajmeel: Mesá, su primogénito, que fue padre de Zif, y Maresá, padre de Hebrón. (I Crónicas 2, 42)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina