Fundar 268 Resultados para: guerra espiritual

  • He recibido del Señor un mensaje, un heraldo ha sido enviado a las gentes: "Congregaos, marchad contra este pueblo, ¡en pie para la guerra!". (Jeremías 49, 14)

  • ¡Clamor de guerra en el país, desastre inmenso! (Jeremías 50, 22)

  • Empuñan arco y jabalina, son bárbaros e inexorables; su ruido es como el bramido del mar; van a caballo, armado cada uno para la guerra contra Babilonia. (Jeremías 50, 42)

  • Tú has sido un martillo en mis manos, un arma de guerra. Contigo he machacado a las naciones, contigo he destruido muchos reinos; (Jeremías 51, 20)

  • abrieron una brecha en el muro de la ciudad, y el rey y todos los hombres de guerra salieron huyendo durante la noche por el camino de la puerta situada entre los dos muros, junto al jardín del rey -los caldeos cercaban la ciudad-, y tomaron el camino de la Arabá. (Jeremías 52, 7)

  • Entre los ciudadanos hizo prisionero a un eunuco, comisario de los hombres de guerra, y a siete familiares del rey que fueron encontrados en la ciudad; al secretario del jefe del ejército, encargado del reclutamiento, y a sesenta hombres del pueblo que se encontraban en la ciudad. (Jeremías 52, 25)

  • Allí nacieron los gigantes, los famosos de antiguo, de elevada estatura, expertos en la guerra. (Baruc 3, 26)

  • Otro tiene en su diestra espada y hacha, pero no puede defenderse de la guerra o de los ladrones. (Baruc 6, 13)

  • Cuando sobreviene una guerra o alguna calamidad, los sacerdotes andan pensando dónde refugiarse con sus dioses. (Baruc 6, 48)

  • ¿Cómo, pues, no comprender que no son dioses los que no pueden salvarse de la guerra y de las calamidades? (Baruc 6, 49)

  • No le apoyará el Faraón en la guerra con grandes fuerzas ni muchos hombres cuando se levanten terraplenes y se construyan baluartes de asedio para exterminar a muchas personas. (Ezequiel 17, 17)

  • La suerte cae a su derecha: Jerusalén, para situar arietes, dar órdenes de matanza, lanzar el grito de guerra, levantar arietes contra las puertas, amontonar terraplenes, disponer el cerco. (Ezequiel 21, 27)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina