Fundar 536 Resultados para: entrada en el reino

  • Saúl se acercó a Samuel en medio de la entrada y le dijo: "Indícanos, por favor, dónde está la casa del vidente". (I Samuel 9, 18)

  • Saúl respondió: "Nos dijo que las asnas habían sido encontradas". Pero no le contó lo que le había dicho sobre el asunto del reino. (I Samuel 10, 16)

  • Saúl tenía... años cuando comenzó a reinar, y reinó veintidós años sobre Israel. (I Samuel 13, 1)

  • Una vez que Saúl tomó posesión del reino de Israel, hizo la guerra a todos sus enemigos de alrededor: Moab, los amonitas, Edón, el rey de Sobá y los filisteos. Y siempre salía victorioso. (I Samuel 14, 47)

  • Saúl derrotó a Amalec desde Javilá hasta la entrada de Sur, frente a Egipto. (I Samuel 15, 7)

  • Entonces los hombres de Israel y de Judá, lanzando gritos de guerra, persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Ecrón. Y muchos filisteos cayeron muertos en el camino desde Saráyim hasta Gat y Ecrón. (I Samuel 17, 52)

  • Saúl se irritó mucho y, muy enojado, dijo: "A David le dan diez mil y a mí me dan mil; ya no le falta más que el reino". (I Samuel 18, 8)

  • Porque mientras el hijo de Jesé viva sobre la tierra, ni tú, ni tu reino estaréis seguros. Ahora, mándalo llamar y tráemelo aquí, porque merece la muerte". (I Samuel 20, 31)

  • David dijo a Aquís: "Si quieres hacerme un favor, te suplico que me des un lugar en una de las ciudades del campo para habitar allí. Porque no está bien que tu siervo viva junto a ti en la capital del reino". (I Samuel 27, 5)

  • El Señor ha hecho contigo lo que había anunciado por mediación mía; el Señor ha arrancado el reino de tu mano y se lo ha dado a otro, a David, (I Samuel 28, 17)

  • Isbaal, hijo de Saúl, tenía cuarenta años cuando comenzó a reinar sobre Israel, y reinó dos años. Sólo la casa de Judá siguió a David. (II Samuel 2, 10)

  • David reinó en Hebrón sobre la casa de Judá siete años y seis meses. (II Samuel 2, 11)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina