Fundar 46 Resultados para: décima plaga

  • El año tercero, el año del diezmo, cuando hayas terminado de separar la décima parte de todos tus frutos y se los hayas dado al levita, al emigrante, a la viuda, al huérfano, para que puedan comer en tus ciudades todo lo que quieran, (Deuteronomio 26, 12)

  • ¿No era bastante el crimen de Fegor, del cual no nos hemos purificado todavía y por el que cayó aquella plaga sobre la comunidad del Señor? (Josué 22, 17)

  • Ellos preguntaron: "¿Cuál debe ser esa ofrenda de reconciliación?". Respondieron: "Cinco tumores de oro y cinco ratas de oro, una por cada jefe filisteo, porque la plaga fue la misma para vosotros y para vuestros jefes. (I Samuel 6, 4)

  • Cuando en el país haya hambre, peste, tizón, añublo, langosta o pulgón, si el enemigo los asedia en alguna de sus ciudades; en cualquier plaga o enfermedad, (I Reyes 8, 37)

  • toda oración, toda súplica que te dirija cualquier persona o todo tu pueblo Israel, reconociendo cada uno la plaga de su propio corazón y extendiendo sus manos hacia este templo, (I Reyes 8, 38)

  • la novena sobre Yesúa, la décima sobre Secanías, (I Crónicas 24, 11)

  • El jefe de la décima división, para el décimo mes, era Maray de Netofá, descendiente zerajita. (I Crónicas 27, 13)

  • Cuando en el país haya hambre, peste, tizón, añublo, langosta o pulgón, o el enemigo del pueblo asedie una de sus ciudades, o cuando hubiere cualquier otra plaga o epidemia, (II Crónicas 6, 28)

  • Tan pronto como se hizo pública la orden, los israelitas entregaron con gran generosidad las primicias del trigo, del mosto, del aceite, de la miel y de todos los productos del campo, y la décima parte de todos sus productos. (II Crónicas 31, 5)

  • Los de Israel y los de Judá, que vivían en otras ciudades de Judá, entregaron también la décima parte del ganado mayor y menor y de las cosas santas consagradas al Señor, su Dios: lo entregaron y lo distribuyeron por montones. (II Crónicas 31, 6)

  • almacenaron fielmente las ofrendas, la décima parte que habían traído y las cosas consagradas al Señor. El levita Conanías fue el encargado mayor, y su hermano Simeí, el segundo. (II Crónicas 31, 12)

  • traer además a los sacerdotes, a las salas del templo de nuestro Dios, las primicias de nuestra harina, de los frutos de toda clase de árboles, del vino y del aceite; y dar la décima parte de nuestras cosechas a los levitas -los levitas mismos lo recogerán en todas las ciudades de nuestra labranza-. (Nehemías 10, 38)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina