Fundar 11331 Resultados para:

  • Abrán creyó al Señor, y el Señor le consideró como un hombre justo. (Génesis 15, 6)

  • Y le dijo: "Yo soy el Señor que te sacó de Ur de los caldeos para darte esta tierra en posesión". (Génesis 15, 7)

  • Cuando se puso el sol, apareció entre densísimas tinieblas una hornilla humeante y una llama de fuego, que pasó por entre los animales partidos. (Génesis 15, 17)

  • El ángel del Señor la encontró en el desierto junto a un manantial de agua, la fuente que está en el camino de Sur, (Génesis 16, 7)

  • No te llamarás Abrán, sino Abrahán, porque yo te constituyo padre de una multitud de pueblos. (Génesis 17, 5)

  • Yo te daré a ti y a tu descendencia después de ti en posesión perpetua la tierra en la que habitas ahora como extranjero, toda la tierra de Canaán. Yo seré vuestro Dios". (Génesis 17, 8)

  • A los ocho días de su nacimiento serán circuncidados todos los varones de cada generación, así como los esclavos nacidos en la casa o comprados por dinero a cualquier extranjero que no sea de tu raza. (Génesis 17, 12)

  • El esclavo nacido en la casa o comprado con dinero deberá ser circuncidado. Así mi pacto será en vuestra carne un pacto perpetuo. (Génesis 17, 13)

  • El varón incircunciso, al que no le haya sido cortada la carne de su prepucio, será borrado de su pueblo; ha violado mi pacto". (Génesis 17, 14)

  • Abrahán cayó rostro en tierra y se puso a reír diciéndose a sí mismo: "¿A un hombre de cien años le podrá nacer un hijo, y Sara a los noventa años podrá ser madre?". (Génesis 17, 17)

  • se postró en tierra y dijo: "Mi Señor, por favor; si he hallado gracia a tus ojos, no pases sin detenerte con tu siervo. (Génesis 18, 3)

  • Yo voy a buscar un bocado de pan, y así os repondréis antes de pasar adelante, ya que habéis pasado cerca de vuestro siervo". Ellos respondieron: "Haz como has dicho". (Génesis 18, 5)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina