Fundar 107 Resultados para: Respondieron

  • El rey preguntó: "¿Qué honor y dignidad se le concedieron a Mardoqueo por esto?". Los servidores respondieron: "Absolutamente nada". (Ester 6, 3)

  • Le respondieron: "Es Amán, que espera en el patio". El rey dijo: "Que entre". (Ester 6, 5)

  • Respondieron: "Ni saldremos ni cumpliremos la orden del rey de profanar el sábado". (I Macabeos 2, 34)

  • Ellos le respondieron: "No podremos; ahora tratemos de salvarnos; volveremos más tarde con nuestros hermanos, y entonces lucharemos; ahora somos demasiado pocos". (I Macabeos 9, 9)

  • Ellos le respondieron: "Hay un Señor vivo, soberano del cielo, que ha mandado celebrar el día séptimo". (II Macabeos 15, 4)

  • Eliaquín, Sebná y Yoaj respondieron al general: "Habla, por favor, en arameo a tus siervos, porque nosotros lo entendemos; no nos hables en judío a oídos del pueblo que está tras la muralla". (Isaías 36, 11)

  • Ellos guardaron silencio y no le respondieron nada, porque ésta era la orden del rey: "No le contestéis". (Isaías 36, 21)

  • Ellos respondieron: "No bebemos vino, porque Jonadab, hijo de Recab, nuestro antepasado, nos prohibió: No bebáis jamás vino, ni vosotros ni vuestros hijos; (Jeremías 35, 6)

  • Entonces todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban incienso a dioses extranjeros, y todas las mujeres que estaban presentes -una gran asamblea-, así como todo el pueblo que habitaba en la tierra de Egipto, en Patrós, respondieron a Jeremías: (Jeremías 44, 15)

  • Los caldeos respondieron al rey: "¡Oh rey, vive eternamente! Cuenta el sueño a tus siervos y nosotros te daremos su interpretación". (Daniel 2, 4)

  • Los caldeos respondieron al rey: "No hay hombre en el mundo que pueda adivinar lo que quiere el rey. Asimismo, jamás hubo rey, gobernador o jefe que preguntase una cosa semejante a algún mago, adivino o astrólogo. (Daniel 2, 10)

  • Sidrac, Misac y Abdénago respondieron al rey Nabucodonosor: "No necesitamos darte una respuesta sobre este particular. (Daniel 3, 16)


“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina