Fundar 537 Resultados para: Palabra

  • Ezequías tomó la palabra, y dijo: "Ahora que estáis enteramente consagrados al Señor, acercaos y ofreced víctimas y sacrificios de acción de gracias en el templo del Señor". La asamblea ofreció víctimas, sacrificios de acción de gracias y toda suerte de holocaustos voluntarios. (II Crónicas 29, 31)

  • Así se cumplía la palabra del Señor pronunciada por Jeremías: "Hasta que la tierra disfrute de su descanso, descansará durante todos los días de la desolación, hasta que se cumplan setenta años". (II Crónicas 36, 21)

  • El año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de su palabra anunciada por medio de Jeremías, el Señor impulsó a Ciro, rey de Persia, a que proclamara de viva voz y por escrito en todo su reino este edicto: (II Crónicas 36, 22)

  • El año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de su palabra anunciada por medio de Jeremías, el Señor impulsó a Ciro, rey de Persia, a que proclamara de viva voz y por escrito, en todo su reino, este edicto: (Esdras 1, 1)

  • Así los dirigentes judíos continuaron las obras con éxito, confortados por la palabra inspirada de los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Idó. Y llevaron a feliz término la reconstrucción, en conformidad con el mandato del Dios de Israel y con la orden de Ciro, de Darío y de Artajerjes, reyes de Persia. (Esdras 6, 14)

  • Os hacemos saber también que a ninguno de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros, sirvientes del templo, en una palabra, a ninguno de los que prestan servicio en este templo de Dios, se le podrá imponer tributo, impuesto o derecho de paso. (Esdras 7, 24)

  • Entonces Secanías, hijo de Yejiel, descendiente de Elán, tomó la palabra y dijo a Esdras: "Hemos sido infieles a Dios casándonos con mujeres extranjeras de naciones paganas. No obstante, todavía le queda una esperanza a Israel. (Esdras 10, 2)

  • Tú comprobaste que era un hombre fiel e hiciste con él un pacto, según el cual le darías a él y a su descendencia la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del fereceo, del jebuseo, del guirgaseo; y has cumplido tu palabra, porque eres justo. (Nehemías 9, 8)

  • El resto del pueblo, los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los sirvientes del templo, en una palabra, todos los que se habían separado de las gentes del país para ajustarse a la ley de Dios, sus mujeres, sus hijos y sus hijas, todos los que tenían uso de razón, (Nehemías 10, 29)

  • para los panes de la proposición, para la ofrenda cotidiana, para el holocausto perpetuo, para los sacrificios de los sábados, de los novilunios, de las solemnidades, para los sacrificios de reconciliación, para los sacrificios por el pecado de Israel, en una palabra, para todo el servicio del templo de nuestro Dios; (Nehemías 10, 34)

  • vete a Media con tus hijos, pues creo en la palabra que pronunció Nahún sobre Nínive en nombre de Dios. Todo llegará y sucederá sobre Asiria y Nínive. Todo lo que han anunciado los profetas de Israel, enviados de Dios, se verificará y ninguna de sus palabras fallará, sino que todo se cumplirá a su debido tiempo. Será más fácil salvarse en Media que en Asiria o Babilonia. Sé y creo que sucederá todo lo que ha dicho y que ninguna de sus palabras fallará: Nuestros hermanos que viven en Israel serán dispersados y llevados cautivos, e Israel será un desierto; desiertas quedarán Samaría y Jerusalén, y el templo de Dios será incendiado y quedará desolado por algún tiempo. (Tobías 14, 4)

  • Ajior, jefe de todos los amonitas, le respondió: "Escucha, señor, la palabra de boca de tu siervo y te anunciaré la verdad de ese pueblo que habita en la montaña, que reside cerca de ti, y no te diré ninguna mentira. (Judit 5, 5)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina