Fundar 102 Resultados para: La rebelión de Absalón

  • Al cabo de cuatro años, Absalón dijo al rey: "Permíteme que vaya a Hebrón a cumplir un voto que hice al Señor; (II Samuel 15, 7)

  • El rey le respondió: "Vete en paz". Entonces Absalón partió para Hebrón. (II Samuel 15, 9)

  • Absalón mandó mensajeros a todas las tribus de Israel, para decirles: "Cuando oigáis el sonido de la trompeta, gritaréis: Absalón reina en Hebrón". (II Samuel 15, 10)

  • De Jerusalén habían ido con Absalón doscientos hombres invitados por él, que iban de buena fe, sin saber nada. (II Samuel 15, 11)

  • Absalón mandó a buscar a su propia ciudad de Guiló a Ajitófel, guilonita, consejero de David, que estuvo con él mientras ofrecía el sacrificio. La conjuración se hizo fuerte y los partidarios de Absalón iban aumentando. (II Samuel 15, 12)

  • Uno fue a informar a David: "El corazón de toda la gente de Israel se va tras Absalón". (II Samuel 15, 13)

  • Entonces dijo David a todos sus servidores que estaban con él en Jerusalén: "Levantaos y huyamos, porque no podremos escapar de Absalón. Daos prisa a salir, no sea que venga a toda prisa, nos sorprenda, haga caer sobre nosotros el mal y pase la ciudad a filo de espada". (II Samuel 15, 14)

  • Cuando comunicaron a David que Ajitófel estaba con Absalón, entre los conjurados, dijo: "¡Te suplico, Señor, que hagas fracasar los planes de Ajitófel!". (II Samuel 15, 31)

  • pero si vuelves a la ciudad y dices a Absalón: Yo seré tu siervo, oh rey, mi señor; antes servía a tu padre, pero ahora te serviré a ti, harás fracasar los planes de Ajitófel. (II Samuel 15, 34)

  • Jusay, amigo de David, entró en la ciudad cuando Absalón llegaba a Jerusalén. (II Samuel 15, 37)

  • El Señor ha hecho caer sobre ti toda la sangre de la casa de Saúl, a quien has usurpado el trono, y ha puesto el trono en manos de Absalón, tu hijo. Tú estás en la desgracia que mereces, porque eres un hombre sanguinario". (II Samuel 16, 8)

  • Absalón entró en Jerusalén con todos los hombres de Israel. Ajitófel estaba con él. (II Samuel 16, 15)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina